Mérida, Yucatán.- La nube de gases y polvo que se aproxima a la Península de Yucatán, que arrastra contaminantes como los dióxidos de azufre, carbono y material particulado (PM), entre otros componentes, proveniente de la erupción del volcán La Soufriere, de la Isla de San Vicente, representa menos riesgos para los seres humanos que las quemas agrícolas.

El director del Laboratorio del Centro de Ciencias de la Atmósfera, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en Mérida, que alberga la Facultad de Ingeniería Química de la Autónoma de Yucatán (Uady), Daniel Rosas Sánchez, descartó que la “nube” represente un peligro para la salud humana y animal, por la altura en la que viaja. “No está a nivel del suelo”, recalca.

De igual manera, consideró que no habrá afectaciones a los habitantes o a la infraestructura en caso de que caiga lluvia ácida, producto de la reacción química de componentes como los dióxidos de azufre o carbono con el agua o vapor de agua de las nubes.

De darse la precipitación, la concentración de los ácidos que se formarían sería baja y, en caso de que alguien se mojara, los daños no pasarían de una irritación de la piel. “La recomendación es que se quite la ropa mojada y se enjuague la piel con agua”, explicó el también integrante del Grupo de Investigación en Química Analítica y Ambiental de la Uady.

En los últimos días, servicios de información sobre el clima, como Meteorología Yucatán, advirtieron de la llegada de una “nube” de dióxido de azufre proveniente de la isla de San Vicente, donde el coloso La Soufriere hizo erupción tras 40 años de estar dormido. La información motivó sendos comunicados de autoridades, en el caso de Yucatán, de Protección Civil; en Quintana Roo, del propio gobernador del Estado, Carlos Joaquín González, quien advirtió de posibles daños a la salud.

Rosas Sánchez aclaró que, por la distancia que ha recorrido la “nube”, los componentes se diluyen, por lo que es muy probable que pase inadvertida para la mayoría de los habitantes, además de que lo denso atravesará nuestro territorio en la madrugada del jueves, entre las 00:00 horas y las 8:00 horas (8 de la mañana).

Reiteró que la lluvia ácida puede darse en caso de que haya precipitación pluvial en ese lapso. Si no ocurre, lo que pue puede llegar después no será significativa. De acuerdo con el pronóstico de Meteorología Yucatán, las lluvias se esperan para hoy miércoles, pero el potencia disminuye para mañana jueves.

En ese sentido, recordó que, cuando llueve en cualquier circunstancia, los primeros minutos de precipitación siempre es lluvia ácida y no tóxica para los humanos.

El especialista comentó que la nube de polvo y gases que pasará sobre nosotros esta noche es similar a la que puede llegar con las fumarolas del volcán Popocatéptl, que son constantes y que llegan a la Península y ni siquiera nos demos cuenta.

De hecho, dijo que los monitoreos satelitales del sistema Copernicus -con sede en Europa- muestran que el domingo pasado llegó a Yucatán una “nube” de dióxido de azufre (y otros elementos) desde el centro de México. Aunque no lo ha verificado, Sánchez Rosas cree que el origen puede ser alguna exhalación de “Don Goyo”.

El mapa muestra el pronóstico de las concentraciones de dióxido de azufre en las primeras horas de la madrugada de mañana jueves, 22 de abril.

Respecto a las concentraciones dañinas de dióxido de azufre, un gas que se encuentra en la atmósfera principalmante como producto de la actividad humana como la refinación de petróleo, precisó que la norma marca que tienen que ser superiores a 70 partes por billón (ppb) promedio en 3 años.

“Los registros que tuvimos hoy en la mañana son de 1.2 ppb”, precisó el especialista.

Recordó que las quemas agrícolas que se lleva a cabo actualmente en la región peninsular para preparar los campos de cultivo, emiten muchas más sustancias peligrosas que la nube de dióxido de azufre y otros contaminantes que está por llegar a nuestra región.