Mérida, Yucatán.- Adiós primavera… bienvenido verano 2021: este domingo 20 de junio, exactamente a las 22:33 horas, es decir, 10:23 de la noche, concluye la primera estación del año y comienza la segunda, con el llamado solsticio -cuyo significado es “Sol quieto”, porque parece “detenerse” en la bóveda celeste-, que ocurre 2 veces, la otra es diciembre.

Este cambio “se anuncia” de muchas formas: para las culturas prehispánicas en México tenía igual -e incluso mayor- importancia que los equinoccios -igual día, igual noche-, porque necesitaban saber cuáles eran los días que tenían mayor o menor tiempo de luz.

En el caso de los mayas, asentados en el Sureste de México y Centroamérica, hay fenómenos que demuestran el peso que le daban a este “acontecimiento”; el astrónomo yucateco Eddie Salazar considera que los solsticios fueron realmente los que marcaron la pauta para la edificación de estructuras como El Castillo, maravilla del Mundo Moderno, en Chichén Itzá.

Hace 15 años, se comprobó que el día del cambio de primavera a verano, el Sol salía (sale) exactamente en dirección de una de las esquinas del edificio maya, la noreste, de tal forma que alumbra dos de las caras (norte y este) y deja “oscuras” las otras dos (sur y oeste). Por la tarde, el fenómeno de luz y sombra “se invierte”.

En ambos casos, a las horas que ocurre esta doble “bisección”  la zona arqueológica está cerrada al público, por eso las personas no pueden presenciarlo.

Este domingo -Día del Padre, en México-, el Sol saldrá a las 6:17 horas (6:17 de la mañana) y se ocultará a las 19:42 horas (7:42 de la noche), es decir, el día será más largo que la noche: el cálculo “normal” es que habrá 13:25 horas de luz y 10:35 de oscuridad.

Sin embargo, Eddie Salazar nos recuerda que, antes de que salga Kin, su luz ya nos alumbra; ese crepúsculo dura 48 minutos en total: 24 minutos en la mañana y 24, en la tarde. Así, la suma total de luz diurna es, en realidad, de 14 horas 13 minutos, lo que deja a la oscuridad apenas 9:47 horas.

ORIGEN DEL DÍA DEL PADRE

Es importante señalar que la celebración del Día del Padre y el solsticio es una rara coincidencia, pues, en realidad, para la hora del planeta, que es la del meridiano de Greenwich, el cambio de estación ocurrirá el 21 de junio, a las 4:23 de la madrugada; en nuestra latitud, el paso de primavera a verano se da tres años el 21 y un año el 20 de este mes.

En esta ocasión, el día 20 es tercer domingo de junio, fecha en que se ha fijado el Día del Padre; de acuerdo con una publicación del periódico As, la celebración del Día del Padre se originó en Estados Unidos, en los primeros años del siglo XX, cuando Sonora Smart Dodd, hija de un soldado veterano de la Guerra Civil, llamado William Jackson Smart, propuso la fecha para celebrarlos.

¿La razón? Estaba agradecida cuidar de ella y sus cinco hermanos cuando su madre falleció, tras parir al su último hijo. Cuando el militar volvió a su casa, supo que su esposa había muerto, y tuvo que encargarse de criar a sus 6 hijos.

Entonces, Sonora acudió la Alianza Ministerial de Spokane, cerca de Washington, y aunque en un principio su solicitud no fue aceptada, acabaron dándole la razón; Calvin Coolidge, entonces presidente de Estados Unidos, lo declaró como una festividad nacional y, luego, Lydon B. Johnson proclamó el festejo cada tercer domingo de junio.

(La foto que ilustra el texto fue tomada de phxhere)