Mérida, Yucatán.- La construcción del Tren Maya aportó nuevos deslumbrantes vestigios de la riqueza ancestral y natural de la península de Yucatán.
En el municipio de Calcalchén, los trabajos arqueológicos arrojaron hallazgos de un Sacbé, un camino blanco de 33 kilómetros, el segundo más grande del que se tiene conocimiento.
La representación de Fonatur informó que “cerca del área de Cacalchén” también fue descubierta “una caverna con cuerpos de agua”, posiblemente utilizada por los antiguos mayas.
“La caverna será estudiada por medio del registro geoespacial para crear modelos 3D, que servirán para conocerla de manera virtual, sin poner vidas humanas en riesgo”, precisó.
Según Fonatur en esos lugares encontraron monumentos arqueológicos como material óseo, cuchillos de pedernal, cistas, tiestos, puntas de lanza, metates y piezas cerámicas completas.
“Todos estos descubrimientos se trasladan a los laboratorios en bioarqueología, arqueometría y restauración de materiales arqueológicos”, apuntó en un comunicado.
“A partir de los análisis se obtiene la cronología, así como su uso en determinadas actividades humanas. Todo esto marca la historia de la península”, abundó.
A la fecha, se tiene registro del hallazgo de 16 mil 572 monumentos a lo largo de los primeros cuatro tramos del trazo ferroviario.
“Estos monumentos son el legado de nuestra nación, las raíces de nuestra cultura. El Tren Maya ayuda a encontrarlos, estudiarlos y preservarlos”, señaló la dependencia.
Y reiteró que el Tren Maya es una oportunidad única de investigación para vestigios que de otra forma hubieran permanecido en el olvido y expuestos al saqueo.
(Con información de Fonatur)