Sección: Vida y Estilo (En principales)
Mérida, Yucatán.- Veterinarios, biólogos y activistas organizados se manifestaron a favor de los circos, los zoológicos y la cacería regulada, actividades que permiten una existencia más decorosa y la preservación de la vida silvestre, por lo que demandaron sean tomados en cuenta en la revisión de normas y leyes sobre esos temas.
Durante una manifestación pública en Paseo de Montejo, el presidente de la Asociación de Médicos Veterinarios de Yucatán, Jorge Lara Montero, planteó que sus colegas y otros profesionales han sido discriminados en la revisión del Reglamento de Protección a la Fauna del Ayuntamiento de Mérida y de la Ley del Bienestar Animal.
En el Consejo Consultivo de Protección a la Fauna sólo han recurrido a animalistas y representantes de asociaciones protectoras improvisados sin conocimientos científicos, aseguró.
Las normas están en procesos de modificaciones, tanto en el Cabildo como en el Congreso del Estado, pero señaló que no han sido llamados los que verdaderamente conocen sobre la naturaleza, las enfermedades de la zoonosis y la preservación de los animales tanto de compañía como de la vida silvestre.
Jorge Medina, representante de la Unión de Profesionistas en Pro del Bienestar Animal, mencionó que los zoológicos, lejos de ser centros de maltrato, confinamiento y de aislamiento de ejemplares, contribuyen a la conservación y cuidado de las especies, sobre todo aquellos que prevén recursos suficientes para una vida saludable.
En oposición a los animalistas que rechazan los espectáculos circenses con fauna, refutó que ha sido un error prohibir la participación de ejemplares en esa actividad, ya que finalmente muchos de ellos terminaron siendo sacrificados, olvidados y murieron de inanición.
En los circos los animales han podido llevar una vida decorosa, sobre todo aquellos que nacieron en esos espacios, donde han sido atendidos por veterinarios, y la prohibición propició que los ejemplares estén ahora en manos de traficantes o en la ilegalidad, recalcó.
Desde 2018, a partir de que se prohibió la tenencia de pericos, loros y otros tipos de aves similares, se propició la captura en condiciones de clandestinidad y con daños a los ecosistemas.
La desaparición de las calesas podría conllevar a que los caballos sean confinados o en el peor de los casos sacrificados, y citó que en Montreal, Canadá, las carretas con percherones operan de manera regulada por las autoridades con atención de médicos veterinarios, lo que puede aplicarse en Mérida, argumentó.
Igual defendió la cacería, la cual –apuntó– cuando es bien regulada impide la sobrepoblación de una especie y equilibra su existencia con otras, actividad que debe ser permitida en el estado, pero vigilada, sostuvo.
Contrario a lo que se piensa –abundó–, en África el rinoceronte es una especie que está a salvo gracias a los cazadores, los cuales, dijo, pagan hasta 250 mil euros para capturar uno.
Según alegó, ese dinero sirve para mantener y alimentar a otros 33 ejemplares, cantidad que no tienen los gobiernos para destinar a esos animales, en cuidados y conservación de hábitats.
Por todo lo anterior, los asistentes pidieron a los regidores y diputados locales no legislar desde la desinformación y tomen en cuenta a los biólogos y profesionales en esas materias con el fin de que puedan dar una opinión sustentada, capaces de aportar mejores condiciones de bienestar a los animales y su preservación.
Durante la concentración en el Remate de Paseo de Montejo, los activistas mostraron carteles en los que se leía: “Las leyes se hacen con base en la ciencia, no en los sentimientos”, “El bienestar animal es una ciencia, no una creencia o moda”, “No a la ley del bienestar animal” y “No a las leyes animalistas” #YoSíMeInformo”.
(LectorMx)