Mérida, Yucatán.- Yucatán enfrentó en 2020 el año más lluvioso de los últimos 35 y una de las secuelas que prevalece es la cantidad de agua que permanece en el subsuelo y que, al día de hoy, no ha vuelto a su nivel, a pesar de que los últimos meses los “síntomas” se sequía ya se han manifestado.

Las pocas lluvias de las últimas semanas, condición que se prolongará lo que resta del año y hasta principios del próximo, no garantiza la disminución significativa del nivel del manto freático en Yucatán, por lo que el riesgo de inundación, aunque más bajo, está latente.

Y es que noviembre no fue precisamente húmedo, con apenas 57 mm, pero sí rebasó ligeramente el promedio para este este mes del año, que es de 50.1 mm, y mantuvo “la altura” del agua subterránea a 3 metros sobre el nivel medio del mar (msnmm), según las mediciones del hidrólogo Juan Vázquez Montalvo.

Elaborado con datos del SMN.

Recientemente, algunas publicaciones en redes sociales dieron cuenta de que el agua estancada en sitios que se inundaron desde la llegada de la tormenta tropical “Cristóbal” y que “rebosaron” con frentes fríos, “Delta” y “Gamma”, de junio a noviembre de 2020, como el parque ecológico del Poniente, en la capital, o en el bautizado como “malecón Pensiones” estaban disminuyendo.

Sin embargo, de acuerdo con Vázquez Montalvo, en las semanas de sequía que hemos tenido desde octubre el nivel ha bajado 1.5 metros, pero aún está por arriba de lo normal e incluso está más alto que cuando el huracán “Isidore”, que con sus 18 horas de lluvia, lo subió hasta 2.70 metros.

En 2002, después del paso del devastador ciclón, al subsuelo le tomó 2.5 años llegar a volver al nivel normal. Y, ahora, el ritmo al que está bajando no es diferente al de entonces, aunque aquí ya lleva casi año y medio, sin que hasta ahora se vislumbre un final cercano, pues hay que considerar que subió hasta 5.20 msnmm; además, este año no ha sido precisamente seco en el balance general.

Recientemente, el también meteorólogo informó que, como ha ocurrido en los meses de diciembre desde 2017, venía un periodo de calor y sequía para 2021. “Esperamos temperaturas que podrían alcanzar hasta 36 C de temperatura máxima y sensación térmica o índice de calor casi de 40 C más el alto contenido de humedad propio de la zona en las noches, madrugadas y amaneceres”, dijo.

Cuestionado sobre si esto impactará favorablemente en el nivel del manto, el especialista fue enfático: “Viene buena sequía pero no será suficiente… eso (la estabilización del agua en el subsuelo) llevará años. Con ‘Isidore’ llevo 2.5 años”, recordó.

“Ha bajado poco…bajará en sequía, a partir de febrero: pero, para que tengan una idea: en esta sequía que pasó, bajó metro y medio. Y algo así podremos esperar. Ya veremos… Por eso en las Américas y las comisarías del norte el agua está a 2 metros aún de profundidad…Lleva su tiempo”, reiteró.