Mérida, Yucatán.- Gran parte del país enfrentó este año severas y extremas sequías que afectaron la disponibilidad de agua para el consumo humano y al sector agropecuario, en tanto que en la península de Yucatán prevaleció clima “anormalmente seco”, condiciones que persistirán en el 2022.
Conforme al Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), de los estados de la península, Yucatán fue el más afectado este año con condiciones “anormalmente secos” en el 80 por ciento de su territorio, que abarca a 99 de los 106 municipios.
En su reporte del mes de diciembre, Conagua refiere lluvias aisladas en algunas zonas de la península de Yucatán por efectos de los frentes fríos 12 y 13, que no tuvieron impacto, lo que trajo en consecuencia condiciones más secas de lo normal.
Según el informe oficial fechado el 15 de diciembre, en Campeche esta anormalidad afectó a nueve municipios que representan el 41.4 por ciento del territorio, en tanto que a Quintana Roo perjudicó a cinco municipios que constituyen un 44.7 por ciento de la superficie estatal.
Otros estados del sureste como Tabasco y Chiapas han sido severamente afectados con este registro “anormalmente seco” en un 54.4 y 61.4 por ciento de sus respectivas superficies, asentó la Conagua.
A mediados de 2021 se presentaron condiciones de extrema y excepcional sequías en estados del norte y del centro del país que limitaron la disponibilidad de agua en presas, en redes de abastecimiento para el consumo humano y en el suministro a grandes ciudades.
La preocupación por la sequía es generalizada, sobre todo en el sector agropecuario, que ocupa el 76.7 por ciento de la disponibilidad del vital líquido, mientras que el 14.2 por ciento es para servicio de los habitantes.
Al respecto, la investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, Christian Domínguez Sarmiento, advirtió que por efectos del fenómeno “La Niña” habrá en el país sequías en los siguientes meses de 2022 como las de enero a abril de este año y en diciembre de 2020.
Recordó que a mediados de abril de 2021 regiones cercanas a la frontera con Estados Unidos presentaban condiciones de sequía extrema y/o excepcional, y en algunas presas había “focos rojos” debido a que tenían menos de 50 por ciento de agua.
Explicó que “La Niña” es un conjunto de anomalías de temperaturas frías que se registran en el Pacífico tropical, que produce mucha evaporación y pocas nubes, y propicia que la radiación ingrese de manera directa al territorio mexicano.
La fase cálida es “El Niño”, que genera temperaturas muy altas en el Pacífico tropical y que también inducen cambios del viento a nivel global.
Llamó a las autoridades a tomar decisiones con bases científicas sobre la manera en que gestionarán el uso del agua con el fin de evitar estragos en la vida de las personas y las comunidades.
A los ciudadanos, dijo, también les corresponde hacer un mejor uso del recurso, evitar que haya fugas e implementar tecnologías que les permita captar agua de lluvia y utilizarla en labores de limpieza.
Para la representante de la organización ambientalista “Friday for Future” en Yucatán, Isabel Bracamontes Cetina, el tema de las extremas sequías se debe a efectos del Cambio Climático (CC), a los trastornos en la atmósfera que han causado las emisiones de contaminantes resultado de la actividad humana.
“La gente no quiere ver en el CC un verdadero problema, cuando en la península de Yucatán hemos tenido ejemplos claros como la alteración del ciclo del agua, lluvias intensas en corto periodo y aisladas, así como mayor frecuencia de tormentas tropicales y huracanes”, comentó.
Vaticinó que 2022 va a ser un año más intenso en sequías y que la sensación térmica será mayor por aumento de temperatura en el planeta, aunado a que “estamos casi por alcanzar el punto del no retorno de los 1.5 grados”.
Para el investigador Salvador Castell González, no hay un pronóstico exacto sobre sobre las condiciones meteorológicas de 2021, ya que los modelos climáticos son complejos, “pero lo que sí sabemos es que hay desajuste generalizado en la atmósfera.
“No se espera que las cosas mejoren en los próximos años. La acumulación de gases de efecto invernadero trae como consecuencia calentamiento de la atmósfera y un desorden mayor en los ciclos naturales del agua, tormentas con demasiada humedad o periodos largos sin lluvias”, remarcó.
“Muchos gobiernos, por la prisa de la recuperación económica, están estimulando la sobreproducción o el sobreconsumo que es una de las principales causas de la crisis climática. Hacemos más grande el hoyo, lo que genera estrés generalizado”, añadió el activista.
Por ello, exhortó al cumplimiento de las metas de sustentabilidad de la Agenda 2030, a que la sociedad haga lo que le corresponde, que cada quien colabore a mejorar el medio ambiente, que adquiramos una cultura de sustentabilidad a favor de las siguientes generaciones.
(LectorMx)