Mérida, Yucatán.- Investigadoras de ciencias sociales expusieron que Yucatán no debe ser visto como un paraíso de paz, ya que si bien los índices de homicidio y criminalidad son de las más bajas del país, persisten problemas de tortura policial y es creciente la violencia contra la mujer.

Shannan Mattiace, de Allegheny College, y Sandra Ley, del Centro de Investigación y Docencia Económicas, A.C (CIDE, México) reconocieron el ambiente de tranquilidad en el estado, pero subyacen otras de formas de violencia que requieren atención.

Comentaron que la prensa yucateca y organismos autónomos de derechos humanos y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) han reportado casos de tortura de parte de policías.

Sin precisar cifras ni municipios, Shannan Mattiace indicó que agentes municipales han recurrido a la violencia, más para castigar al presunto delincuente que para obtener una confesión o información para la investigación policial.

Planteó que Yucatán figura entre los estados con niveles de tortura policial media-alta (según World Justice Project, basado en datos de la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL) del INEGI.

La violencia policiaca se enlista como uno de los principales delitos en Mérida, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), refirió.

En un foro virtual titulado “Yucatán como una excepción al incremento de la violencia criminal en México”, organizado por el Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales (CEPHCIS), Mattiace valoró que la seguridad en esta entidad federativa es parcial si se toma en cuenta los índices de violencia en los hogares y abusos a mujeres y niños.

Con base en indicadores del INEGI, Shannon recordó que Yucatán figura como el sexto estado con mayor violencia contra las mujeres y el séptimo en violencia intrafamiliar, con tendencia a la alza en feminicidios.

“El abuso sexual contra las niñas en Yucatán ha sido particularmente alarmante en el último par de años”, subrayó la profesora de Ciencias Políticas y Estudios Internacionales del Allegheny College, universidad de la ciudad de Meadville, estado de Pensilvania, Estados Unidos.

“Es alarmante que las víctimas de violencia sexual sean chicas adolescentes. Yucatán es el segundo estado con más casos de abuso sexual contra las niñas. Son las organizaciones no gubernamentales las que han documentado estos hechos desafortunados”, compartió.

A su vez, la doctora Sandra Ley, del CIDE, advirtió de un “precario equilibrio” de la seguridad en Yucatán, porque el mando reside en una persona y no en una institución.

Coincidió con su colega que históricamente en el estado, la violencia asociada al crimen organizado ha permanecido en niveles bajos, comparado con el resto del país.

La violencia en Yucatán, explicaron, se ha contenido debido a relaciones intergubernamentales cercanas entre los distintos órdenes de gobierno federal y estatal, así como entre las agencias de seguridad.

Sin embargo, anotaron, a manera de conclusión, que la baja incidencia de violencia criminal en Yucatán no debe equipararse con un estado de paz, ya que coexisten otras formas de violencia, en particular la tortura policial y la violencia de género.

(Fotos: archivo)

(LectorMx)