Mérida, Yucatán.- Directivos de la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ por sus siglas en alemán) afirmaron que son considerables las pérdidas en valor de propiedades e inversiones en infraestructura turística de México por los efectos del cambio climático.

Según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), el impacto del huracán “Wilma” (2005) en Quintana Roo implicó daños equivalentes a mil 752 millones de dólares; “Isidoro” (2002) tuvo costos por 308 MDD, “Emily” (2005), unos 302 MDD, y “Stan” (2005) 226 MDD.

En reunión virtual con líderes de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), indicaron que los huracantes son cada vez más frecuentes e intensos que destruyen o debilitan instalaciones y atractivos naturales y culturales, además de que inciden en la reducción del valor de la propiedad.

Advirtieron que en algunos litorales turísticos afectados por la intrusión salina y el deterioro de playas ya se aprecian devaluaciones en predios, como ocurre en la costa de Florida, donde los condominios han reducido valor entre siete y 10 por ciento en la última década.

Por lo anterior, la presidente en México de GIZ, Lorena Gudiño, y los directivos Fabián Trejo y Daniela Valera expusieron la urgencia de que tanto en las ciudades como en los destinos turísticos de México se destinen recursos para crear condiciones de adaptabilidad ante el cambio climático (CC).

No sólo es hablar de mitigación sino iniciar acciones de adaptación, ya que el CC impacta en el aumento de mareas, en trastornos de temperatura y modifica los ecosistemas.

Esto a su vez, repercute en la erosión de playas, vulnera la belleza natural escénica y afecta la provisión de agua dulce, entre otros problemas, dijo Lorena Gudiño.

La presidente en México de GIZ adelantó a los constructores el escenario del CC al 2024 que impactará en ciudades de México donde se concentra el 77 por ciento de la población nacional y en particular los destinos turísticos costeros.

De acuerdo con opiniones de expertos, abundó, habrá aumento de mareas, de tormentas y huracanes, disminución de lluvias de 15 a 21 por ciento, incremento en tres milímetros del nivel del mar al año y pérdida de playas de seis a 16 metros al año y un alza de la temperatura media anual de 0.4 grados Celsius hasta 3.3 grados.

“Es importante actuar y no esperar que los gobiernos vuelvan a reunirse y establecer acuerdos internacionales”, advirtió.

Los representantes de GIZ insistieron a los constructores de la CMIC que el CC implica aumento en costos operativos, altera condiciones ofrecidas a los turistas y reduce la llegada de visitantes.

Informaron que con base en las acciones de cooperación de la agencia alemana GIZ en México, denominadas Adaptur, es cómo se han realizado inversiones mixtas en algunos destinos turísticos para crear condiciones físicas y materiales, incluso con apoyo de las comunidades, para adaptarse.

Mencionaron que GIZ aplicó su experiencia con inversiones superiores a los cuatro millones de euros en la Riviera Maya de Quintana Roo, la Riviera Nayarita en Jalisco y en San Miguel de Allende, Guanajuato, y está por emprender en Los Cabos, Ciudad de México, Valle de Bravo y Tulum.

(Foto: archivo)

(LectorMx)