Mérida, Yucatán.- Las microempresas y pequeñas empresas (Mipymes) han recibido los impactos más severos de la pandemia en Yucatán, pero la mayoría ha podido sortear las dificultades.
Así se resume una reflexión del director de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Luis Alberto Araujo Andrade.
En su participación en el “Foro Temático de la Agenda 2040: Yucatán próspero y competitivo”, explicó cómo es que los negocios enfrentan los efectos de la crisis sanitaria global.
Debido a la emergencia hubo cierre de establecimientos con las repercusiones lógicas en el empleo y los ingresos.
Pese a ello, la vocación de ofertar bienes y servicios de las Mipymes permaneció entre la sociedad yucateca, expuso.
Según el académico, quien no abordó el caso de las medianas, las Mipymes han contribuido a la reactivación económica.
“Hay esa vocación y ese interés, por eso vemos que las microempresas están o existen, pero siguen estando en un porcentaje alto y eso se lo atribuyo a que la sociedad civil tiene ese interés de prestar servicios; y eso permite una buena generación de empleos y de ingresos, además de que genera bienestar entre las personas”, dijo.
Apoyado en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Araujo Andrade refirió que en 2019 Yucatán contaba con 112 mil 503 empresas entre formales e informales, las cuales reunían a 516 mil 924 trabajadores.
El cierre de la economía durante 2020 provocó que bajaran cortinas el 18.69 por ciento de los comercios formales y el 18.79 por ciento de los informales.
Además, de los que lograron sobrevivir, dijo, recurrieron al auxilio externo en diversas modalidades.
–El 37.59 por ciento solicitó algún apoyo al gobierno
–El 24.64 por ciento pidió ayuda a familiares o amigos
–El 12.55 pidió algún préstamo bancario
–El resto obtuvo ayuda de cajas de ahorro, proveedores, préstamos privados o los propios socios.
“Las empresas grandes fueron las que menos sintieron el cierre económico en la entidad, vemos que siguieron su marcha, esas empresas siguieron ofreciendo sus servicios y trabajando, tenían que hacerlo porque continuaba la demanda de la sociedad”, apuntó.
El funcionario advirtió que ahora el desafío es para aquellos que cerraron, pues tendrán que valorar si pueden retomar el negocio.
A su vez, las empresas que lograron continuar deberán empezar a trabajar para crecer.
De acuerdo con cifras disponibles a principios de 2021, México contaba con cuatro millones de Mipymes: el 97.6 por ciento de ese total conformado por microempresas, el 2 por ciento eran pequeñas y sólo el 0.4 por ciento, medianas.
(Con información de UADY)