Mérida, Yucatán.- Docentes y alumnos del Programa de Investigación Social de la Cocina de la Universidad Anáhuac Mayab trabajan con residentes de los municipios de Abalá, Peto y Chikindzonot para revalorar la milpa tradicional y lograr su reconocimiento como patrimonio inmaterial de la humanidad.

El promotor de la iniciativa, profesor Jorge Gómez Ortiz, reveló que se estableció contacto con mujeres campesinas de la comunidad de Mucuyché, municipio de Abalá, quienes heredaron el valor cultural, sustentable y gastronómico de ese sistema productivo.

La diversidad de los cultivos como el maíz, frijol, calabaza, chaya y chile, entre otros, con base en conocimientos ancestrales, convierte a la milpa maya en la técnica agrícola más sustentable, puntualizó en entrevista.

Expuso que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha manifestado interés en este método milenario, por lo que la universidad mediante sus estudiantes y maestros, así como los pobladores, reunirán la información necesaria para alcanzar la declaratoria.

El valor agrícola y cultural, que incluye rituales a favor de la siembra y el equilibrio de la naturaleza, así como la convivencia comunitaria yucateca en torno de la milpa permitirán reunir el expediente que permita a la Unesco analizar la posibilidad de elevarla como bien inmaterial de la humanidad, subrayó.

Como parte de este proceso, el profesor Gómez Ortiz y los jóvenes adherentes al proyecto, visitaron los terrenos cultivables de las campesinas de Abalá, y formalizaron pláticas con grupos dedicados a la mejora y cuidado de semillas de la milpa de Peto y Chikindzonot.

Los alumnos constataron la riqueza gastronómica y cultural de la milpa maya, de gran importancia para las poblaciones rurales, dijo el catedrático.

Aunque está perdiendo espacios y adeptos, ese mecanismo de producción persiste como eje de vida de las comunidades indígenas.

Se maneja el prejuicio de que la milpa maya provee “comida de pobres”; sin embargo, desde el punto de vista gastronómico resulta que son más nutritivos y sanos los alimentos de ese sistema que comer una hamburguesa o un corte de carne, afirmó Gómez Ortiz.

Por lo pronto, el profesor de la Anáhuac Mayab y el alumno Omar Garay Balboa trabajaron con las señoras Elvi Rosalba Canté Quijano y Micaela Baas Fuentes –ambas de Mucuyché– en la elaboración un singular antojo: el tamal milpero, elaborado con ingredientes de productos propios de la milpa maya.

Estos tamales de calabaza y frijol, y otros de zapote dulce, envueltos con hojas de mazorca, formaron parte de la novedad y la oferta gastronómica de la Feria Nacional del Tamal este fin de semana en la plaza Canek de Mérida.

(Foto principal: archivo)

(LectorMx)