Ciudad de México.- Pese al presunto carácter de inapelable de la suspensión de un tribunal federal a los permisos ambientales para el Tren Maya, desde Palenque hasta Izamal, el presidente Andrés Manuel López Obrador descartó que se pare la construcción.

En la conferencia mañanera, dio como seguro que los trabajos seguirán, incluso con el desmonte de vegetación.

Así respondió el tabasqueño a la pregunta de si se frenarán las obras o qué estrategia legal se tiene para enfrentar el caso.

“No, por que lo va resolver la (Suprema) Corte, es un asunto que tiene que resolverlo la Corte en su momento. Y no nos va a detener, si legalmente esa es la decisión la tenemos que respetar, pero entiendo que no tiene ese alcance”, contestó.

¿Las obras continúan con normalidad?, se le insistió.

—Sí, sí.

¿Incluso también el desmonte de vegetación?

—Sí, que ya lo expliqué, porque nuestros adversarios han desinformado; expliqué que van a desmontarse 100 hectáreas cuando mucho, tomando en cuenta que en línea recta son 100 kilómetros, de acahual, ni siquiera es monte alto, no es selva…—argumentó.

¿No afectará a los plazos programados de la obra?, planteó la reportera de Reforma.

—Sí, sí. Los adversarios nuestros van a estarnos poniendo obstáculos…—abundó el mandatario.

“Ya tenemos experiencia de cómo enfrentar al conservadurismo, que quisieran que nos fuera mal”, asentó.

En defensa, refirió que a su gobierno “sí nos importa proteger la naturaleza por convicción”, por lo que se siembran 200 mil hectáreas de árboles en toda la ruta del Tren Maya.

Además, mencionó la habilitación de tres parques naturales con 18 mil hectáreas para la flora y la fauna: la ampliación de la Reserva de Calakmul, la creación del Santuario del Jaguar en Tulum y dos mil hectáreas en Uxmal, “muy cerca” de la zona arqueológica.

El periódico Reforma publicó ayer martes que en una sentencia inapelable, un tribunal federal dejó sin efecto por tiempo indefinido el aval que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) había otorgado a Fonatur mediante la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), la cual permitía cambiar el uso de suelo forestal de 800 hectáreas de selva a lo largo de 635 kilómetros en 25 municipios de Chiapas, Campeche, Tabasco y Yucatán.

(LectorMx)