Mérida, Yucatán.- El descenso de Kukulcán en Chichén Itzá, que anuncia el cambio de estación, tiene una “contraparte”, es decir, un ascenso, que ocurre en los primeros minutos del día, en la alfarda sur-este, reveló ayer el astrónomo yucateco Eddie Salazar Gamboa, quien documentó el hallazgo apoyado en el custodio de la zona arqueológica José Antonio Keb Cetina.
Basado en la hipótesis de la dicotomía, es decir, de que todo un contrario, el también catedrático del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM), pidió al trabajador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que videograbara la salida de Kin (Sol), a partir del 18 de marzo. En el video se aprecia que, a pesar de que la estructura no tiene ahí la misma “definición” arquitectónica que las otras caras, se forman los 7 triángulos de luz y sombra.
“La diferencia con el ascenso se que los triángulos se forman de la cabeza a la cola”, explica el matemático, quien reconoce que no sólo desconocía sino que no esperaba que el fenómeno ocurriera al revés.
Sin embargo, lo explica así: “Kukulcán asciende del inframundo por la mañana y desciende por la tarde”. De esta manera, se cumple también la dualidad, día-noche, luz-oscuridad… en este caso, ascenso y descenso.
Salazar Gamboa recuerda que el fenómeno recientemente descubierto ocurre en las mismas fechas en que está documentado ya el vespertino, es decir, entre el 18 y el 23 de marzo. En este caso, comienza a formarse apenas sale el Sol -por estas fechas es después de las 6:00 am- y dura aproximadamente una hora, es decir, a poco después de las 7 de la mañana la serpiente “se desdibuja” del borde de la escalinata de El Castillo.
“Asciende los 13 niveles de cielo que resultan de la división de los 91 escalones entre los 7 triángulos de luz y sombra que forman el cuerpo de la serpiente”, reitera.