Ciudad de México.- La vía de la conciliación en el conflicto del Tren Maya, Tramo 5 de Cancún a Tulum, quedó eliminada con la postura tajante del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien descalificó de nuevo a los ambientalistas y activistas que rechazan el actual trazo.

“Sabemos y no vamos a dar un paso atrás, y ellos tienen todo su derecho de acudir a las autoridades y cuentan con el apoyo de miles de abogados…”, advirtió.

El mandatario aludió así a los amparos de agrupaciones y a la reciente resolución de suspensión provisional en todo el Tramo 5 que dictó el juez Primero de Distrito en Yucatán, Adrián Fernando Novelo Pérez, a solicitud de la asociación civil Defendiendo el Derecho a un Ambiente Sano (DMAS).

La lluvia de amparos las vamos a resolver como se resolvió en el Aeropuerto Felipe Ángeles, reviró el tabasqueño, al argumentar que los promoventes no son propietarios, en este caso no son ejidatarios, campesinos o pequeños propietarios, sino “pseudo ambientalistas”.

“Cada vez estoy más convencido de que son unos farsantes, y mañana o pasado vamos a hablar de eso a fondo…

“Porque es increíble la destrucción del medio ambiente, ahí en donde ellos se están oponiendo al Tren Maya. Increíble, nada más que esa destrucción la están llevando a cabo empresas muy poderosas, acostumbradas a cooptar a todo el que se deja…”, expresó.

Al insistir en que se trata de una infraestructura “importantísima” para el desarrollo del sureste, ofreció que se enfrentará a estos grupos de intereses creados, a sus voceros y achichincles, según los tildó.

“Pero el Tren va…”, puntualizó en la conferencia mañanera.

“Y es muy evidente, repito: ¿Dónde está el conflicto? ¿Dónde están los amparos? Donde está el dinero”, resumió.

Además, en Palacio Nacional adelantó que “ya vamos a hablar” de Calica y de Xcaret, empresas a las que ha identificado como posibles patrocinadoras de las protestas.

En cuanto a que el Tramo 5 avanza sin permiso ni Manifiesto de Impacto Ambiental, cobijado en el “decretazo” presidencial de finales del año pasado, López Obrador defendió la legalidad.

“Es que el acuerdo lo suscribí, porque tenemos que avanzar y ellos lo que quieren es que no hagamos nada. No me estoy chupando el dedo.

“Entonces, si no emito el acuerdo, pues nos paran por completo. Si eso es lo que ellos quieren”, justificó.

Sin embargo, alegó que parte del objetivo del acuerdo presidencial fue para que se tuviese tiempo y se hicieran bien las cosas, porque nadie quiere destruir el medio ambiente.

(LectorMx)