Por Bernardo Caamal Itzá
Lázaro Cárdenas, Quintana Roo.-Los jóvenes de hoy en del municipio de Lázaro Cárdenas, al término de la escuela se van al trabajo de los hoteles en la Riviera Maya, y como no hay motivación de lo que significa trabajar en sus milpas o territorios, muchos de ellos ahora solo quieren ganar de forma quincenal pero no analizan lo que sucede en sus vidas cuando ya no los contraten, señaló el apicultor don Aureliano Noh May de 56 años, oriundo de San Francisco.
Con las abejas, aprendes a cuidar el monte, y sabes que cuando hay monte, hay lluvias; entonces, cuando cuidamos a la naturaleza a todos nos va bien. Aunque sabemos, que habrá esos años en que se tengan buenas lluvias, sequías o ciclones, pero así es la vida.
“En mi caso, desde muy niño, mi padre me involucró al trabajo que hacía en la milpa y la apicultura, y así aprendí, como joven, decidí incursionar al trabajo en la Riviera Maya, y fue cuando me di cuenta, que a pesar de que no descanso, con dos turnos, poco ganaba y tenía muchas dificultades para mantener a mi familia”
-Entonces, fue cuando comparé lo que aprendí al lado de mi padre, decidí regresar a mi ejido, aunque no descanso, pero hay días que le puedo dedicar a mi familia y vivir bien, y con las abejas, ellas me han ayudado mucho a generar un patrimonio por eso sé lo que significa nuestros montes, y hay muchos de mis compañeros que se dedican a ser “acopiadores de la miel” y sin darnos cuenta, nos convertimos en el sanjol de dos patas.
Desde poco antes del 2015, tenía 90 colmenas, y con lo que producía me fue bien, pero después del 2017, se me quedo unas cuantas colonias debido a las lluvias erráticas, a las plagas y enfermedades, y fue cuando note que mis abejas “se iban” en referencia a que se murieron o migraron.
Pero, a pesar de eso, no tengo miedo a continuar con esta labor, e invitar a los jóvenes que no vean a la Riviera Maya, como la única alternativa, sino que analicen lo que significa la vida, vivir y convivir con los suyos, y ellos tienen mucho que aportar.
Ahora, enseño a mi nieto, tal como me enseñó mi papá, aunque le digo, que conozca y sepa lo que significa trabajar con la naturaleza y del mundo de las abejas.
Lamentable, después del 2018, no sé qué sucedió, pero las abejas se murieron en una semana “se fue 50 colonias” ahora tengo una población muy baja. Como mi papá es apicultor, es lo que aprendí a trabajar. Ahora tengo un nieto a quien le enseño, aunque no se dedique sino a que importancia tiene con el medio ambiente y no solo producir miel, eso que nos da vida” concluyó don Aureliano.
(LectorMx)