Mérida, Yucatán.- En el 40 aniversario de la declaratoria de Mérida como Zona de Monumentos Históricos, especialistas lamentaron el silencio y la ausencia de programas alusivos a la efeméride.

Jorge Jiménez Ricalde y Luis Ojeda Godoy, expertos en conservación y restauración, refirieron que en la península de Yucatán sólo existen tres sitios de ese tipo: Mérida (1982), San Francisco de Campeche (1985) y Tihosuco, Quintana Roo (2019), que forman parte de la lista de 60 a nivel nacional.

Sin embargo, observaron que la fecha transcurrió desapercibida, sin acto oficial ni anuncio de acciones para la atención o restauración de edificios.

Para el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Yucatán; la Subdirección de Patrimonio Cultural y Arqueológico del Ayuntamiento de Mérida y el Patronato del Centro Histórico de la Ciudad pasó inadvertida la conmemoración.

Jiménez Ricalde, presidente de la Asociación Yucateca de Especialistas en Restauración (Ayerac), reconoció que las instituciones “se han dormido” en ese aspecto, aun con la importancia del acontecimiento que involucra la preservación, conservación y difusión del patrimonio histórico.

Por lo anterior, lanzó una invitación a sumarse, no a celebrar, sino a conmemorar y emprender acciones concretas.

En el caso particular del Patronato, exhortó a “que se ponga un poco más las pilas”.

Informó que la Ayerac continúa con actividades específicas como el levantamiento de leguarios con los municipios de Hunucmá y Ucú, así como la protección en cementerios con el Departamento de Panteones de Mérida.

Luego, se pronunció por dar una atención “detallada” al Centro Histórico de Mérida, ya que, dijo, “se hacen programas de manera muy general, y cada cosa tiene su especialidad, ya sea cada edificio o rincón que es grande y es difícil atender a todos”.

Al respecto, Ojeda Godoy cuestionó que no haya habido cuando menos un discurso público o referencia para recordar los 40 años de Mérida como Zona de Monumentos Históricos.

En su opinión, son tres los retos que atender en el corredor: tener conciencia de la ciudad, de su importancia histórica; certeza de los elementos de identidad para su correcta conservación y evitar sustituirlo o cambiarlo en su esencia.

Y por último, que exista coincidencia entre las instituciones para actuar y el destino correcto de los recursos para la conservación, agregó el también secretario general de Arquitectos Conservadores del Patrimonio Cultural del INAH de la Secretaría de la Cultura y las Artes.

El 18 de octubre de 1982 el entonces presidente José López Portillo declaró a Mérida Zona de Monumentos Históricos, merecedor de un programa de salvamento que atienda edificios en situación vulnerable o de inminente colapso.

La declaratoria abarca 659 manzanas, tres mil 906 edificios de los siglos XVI al XIX, tres mil 838 inmuebles civiles de uso particular y 21 parques y jardines, por lo que es el segundo más grande del país, sólo superado por el de la Ciudad de México.

(LectorMx)