Pisté, Yucatán.- Los posturas irreconciliables entre grupos de habitantes de las comisarías de Pisté, Xcalacoop y San Felipe Nuevo, del municipio de Tinum, y las autoridades de la zona arqueológica de Chichén Itzá entramparon el conflicto y bloqueo de los caminos de acceso hacia los vestigios mayas.

Líderes del movimiento “suigéneris”, conformado por ejidatarios, artesanos, comerciantes, trabajadores independientes y guías de turistas, acordaron convertir en “permanente” la suspensión del paso de vehículos con turistas en las carreteras llevan al sitio prehispánico.

“Todo depende del gobierno (federal), hasta que haya una solución a la petición porque la destitución de esos personajes no es negociable, todos estamos muy claro como pobladores, como pueblo…”, dijo Armando Dzul Mex, comisariado ejidal de Pisté.

En el primer día de protestas, los organizadores estimaron que unas 500 personas se sumaron en Pisté y otras 200 en Xcalacoop.

En la zona arqueológica algunos visitantes, en lo individual y quienes estuvieron hospedados en las inmediaciones, pudieron ingresar al área de monumentos, en horario habitual, de 8:00 a 17:00 horas.

Sin embargo, la cantidad fue reducida, sin tránsito de autobuses, de camionetas ni caravanas, según dirigentes de la manifestación.

“No queremos perjudicar profundamente a los turistas y les dimos la oportunidad…”, explicó Dzul Mex.

Además de la remoción del director del INAH en Chichén Itzá, Marco Antonio Santos Ramírez, demandaron la salida de otros administradores: Arturo Gutiérrez, Octavio Juárez y Filiberto Colín Bello.

Los inconformes aseguraron que su lucha no es contra el INAH, ni el gobierno federal; tampoco tiene que ver con el proyecto Tren Maya, sino en defensa de sus derechos como pueblos originarios y para poner un alto a las arbitrariedades de esos funcionarios.

El frente comunitario convocó a una reunión informativa con transmisión vía digital, a las 17:30 horas de hoy, en las instalaciones de la comisaría ejidal de Pisté.

(LectorMx)