Mérida, Yucatán.- Activistas de movimiento sociales en la Cumbre de Ciudades Democráticas realizada en Mérida afirmaron que las movilizaciones ciudadanas deben ser escuchadas por los gobiernos, de lo contrario, se cae en el riesgo de polarización y violencia.

Daniel Shuguresky, profesor de la Escuela de Transformación Social de Arizona, Estados Unidos, expuso que todo diálogo de esa naturaleza implica debate, porque no todos piensan igual, y las partes deben tener voluntad para lograr acercamientos.

Reconoció que existe una tendencia de que gobiernos electos democráticamente se han tornado autoritarios, se cierran al diálogo, y generan frustración y brotes de violencia.

De la misma manera, María Alejandra Victorini Jiménez, de la organización Demolev de Colombia, planteó que la movilización social con amplias demandas ante el gobierno debe propiciar un diálogo abierto y propositivo entre las partes y no quedarse en posiciones irreconciliables

Escuchar no significa comunicar, de ahí que debe haber apertura a la inconformidad y resolver de manera recíproca las diferencias, dijo en entrevista luego de su intervención.

Recordó el caso de su país, Colombia, donde las movilizaciones sociales de 2020 y 2021, en plena pandemia, obligaron a la apertura de espacios de diálogo con el gobierno nacional y a los ciudadanos precisar sus demandas para convertirlas en políticas públicas.

Los activistas entrevistados dijeron conocer las recientes movilizaciones en México en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) y de las críticas vertidas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de lo que omitieron comentar de manera directa por razones propias de su estancia en esta ciudad como visitantes extranjeros.

En calidad de ponentes compartieron sus experiencias en la mesa panel “Ciudades Democráticas en Europa, África, Asia y América” con la participación de directivos de la cuarta edición de la Cumbre de Ciudades Democráticas 2023, Bruno Kaufman y Joe Mathews.

En su oportunidad, el alcalde anfitrión de la reunión, Renán Barrera Concha, compartió sus experiencias sobre el desarrollo y apertura de espacios a los ciudadanos y su participación en la toma de decisiones y en políticas públicas.

Informó que durante su administración se crearon 24 órganos consultivos, 35 comités de contraloría social, 207 consejos de participación ciudadana y 165 comités deportivos, acciones que, afirmó, fortalecen la democracia.

Destacó que mediante los citados consejos de participación ciudadana, los integrantes se involucran en la planeación, diseño e implementación de políticas públicas, así como en la evolución y vigilancia de la aplicación de programas de beneficio social.

La principal responsabilidad de un gobernante, apuntó, es respetar las opiniones adversas. Un funcionario que quiera imponer sus ideas y forma de pensar frente a otros grupos es caer en una dictadura, advirtió.

Declaró que la tarea de gobierno es crear armonías, no discordias, no clasificar ni etiquetar, abrir las puertas y establecer puentes de diálogo con todos.

Posteriormente, el alcalde de Mérida firmó el acuerdo de Carta Magna de las Ciudades Democráticas con el fin de intercambiar experiencias en el desarrollo y fortalecimiento de ejercicios afines.

Ese documento fue creado en 2018 en el Foro Global Sobre Democracia Directa Moderna celebrado en Roma, Italia, y este día se ha hecho extensiva en Mérida.

(LectorMx)