Por Adela Mac Swiney González

Valladolid, España.- La 68ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) inició hoy en esta ciudad del noroeste del país, reafirmando su compromiso con el cine de autor para explorar sus nuevas voces, estrenando secciones y reforzando el encuentro con la industria y el público. El estreno europeo de “La contadora de películas”, coproducción de España, Francia y Chile, de la danesa Lone Scherfig, abrió oficialmente el certamen.

Scherfig rinde con esta película un emotivo homenaje al cine en este drama, no exento de humor y con un elenco encabezado por Bérénice Bejo, Antonio de la Torre, Daniel Brühl y Sara Becker.

Ambientada en los años 60, la película, que ha tardado diez años en ver la luz, adapta una novela del chileno Hernán Rivera Letelier, con guion de Walter Salles, Rafa Russo e Isabel Coixet, y narra la cautivadora historia de María Margarita, una joven que vive con su familia en un pueblo minero del desierto de Atacama y que, desde niña, muestra un don singular para contar películas. Su talento pronto la convertirá en la contadora oficial de películas del pueblo, donde muchos no pueden pagar por ir al cine, mientras el país va cambiando sin vuelta atrás.

Lone Schefig ganó la Espiga de Oro de la Seminci en el año 2001 con “Italiano para principiantes”, pero ha sido ahora, en esta 68 edición del certamen que ha visitado por primera vez Valladolid. “El cine no es solo ver la película, es verla acompañado”, indicó Adolfo Blanco, uno de los productores del filme en relación tanto al propio argumento como a la situación actual en el que el auge de las plataformas ha desplazado al consumo en salas.

“El problema del cine de autor hoy es que no tiene cabida en los medios”, apuntó Scherfig, para quien esta película es su primera incursión rodando en español, lo cual fue alabado por el actor español Antonio de la Torre, lo que calificó de valentía, pero más allá, compartió que en el rodaje, aunque ella no dominara el español se daba cuenta de cualquier cambio en las frases del guion. “Es la película que, si llego a viejo, recordaré, porque ha supuesto una experiencia maravillosa”, aseguró el intérprete.

La directora y guionista de cine y televisión polaca Agnieszka Holland, una habitual de la Seminci, llegó a esta 68 edición con “Green Border”, crónica del drama migratorio entre Bielorrusia y Polonia, esa ‘frontera verde’ de bosques que se convierte en una trampa para los miles de personas que huyen de las guerras de Medio Oriente alentadas por el dictador Aleksandr Lukashenko, que, con la aquiescencia de Rusia, convirtió ese corredor en una estrategia de presión a la Unión Europea respondida con brutalidad por parte del gobierno polaco.

“Las autoridades polacas utilizaron este asunto como herramienta política; la violencia se utiliza como herramienta política”, consideró la veterana realizadora polaca durante la presentación de la película, un filme que compite en la Sección Oficial y cuya repercusión, tras su estreno en Venecia, donde ganó el Premio Especial del Jurado, ha sorprendido a la propia Holland, según dijo durante el encuentro con los medios. Un blanco y negro sobrio y una cámara al hombro para una historia que navega entre el documental y la ficción y entre cuyos protagonistas se encuentran algunos refugiados sirios reales.

“La frontera polaca es sólo una de las fronteras que hay en el mundo”, recalcó, en relación con otros conflictos actuales y alertó del peligro de “normalizar e institucionalizar el uso de la violencia”, contrapuesto a la humanidad y el respeto hacia los migrantes que muestran algunos ciudadanos retratados en la película.

De acuerdo con la organización del festival, los diecisiete largometrajes que compiten en Sección Oficial en la 68 edición confirman la vitalidad del cine contemporáneo y dan pruebas de la diversidad estética y formal de la que hacen gala cineastas de todo el mundo, entre los que figuran autores como Bertrand Bonello, Alice Rohrwacher y Marco Bellocchio.

(LectorMx)