Por Adela Mac Swiney González
Madrid, España.- El cineasta y escritor murciano Luis López Carrasco resultó ganador del Premio Herralde de Novela, convocado por Editorial Anagrama y dotado con 25 mil euros, con “El desierto blanco”, “una novela excepcional sobre una generación vista desde un tiempo y un espacio ajenos; sobre unos personajes que habitan un extraño territorio que los impulsa a confrontarse con lo que fueron y lo que son”.
Una novela, según señala la editorial, en la que en ese viaje de ida y vuelta que es el recuerdo, sus protagonistas tratarán de reconstruir y, por tanto, de comprender las renuncias invisibles, las alianzas necesarias y las formas imprevistas de la utopía. El jurado estuvo compuesto por Ana Cañellas, Gonzalo Pontón Gijón, Marta Sanz, el mexicano Juan Pablo Villalobos y la editora Silvia Sesé.
Cañellas señaló sobre la obra que se trata de “situaciones extremas, enigmas sin resolver. Luis López Carrasco no da tregua, hipnotiza y arrastra”, mientras que Gonzalo Pontón Gijón aseguró que “a través de las magníficas piezas, perfectamente engranadas, que integran ‘El desierto blanco’, discurre una historia que es la de nuestras vidas: el trabajo moderno, el turismo organizado, la amistad y sus rituales, el relato familiar, la memoria como dolor y como consuelo. Audaz, comprometido, también tristísimo, con un talento excepcional para la escena y para el detalle, Luis López Carrasco ha compuesto un artefacto de alta precisión que remueve nuestras seguridades”.
La premiada escritora española Marta Sanz afirmó que “con inteligente conciencia narrativa, sentido del humor y unas imágenes de una potencia inusitada, López Carrasco cartografía la urbanización como isla desierta y la poesía como terreno urbanizable: la melancolía es una necesidad no satisfecha, la tristeza en la literatura tiene un toque burgués, y el cuerpo y sus afectos siempre están desnudos en el capitalismo. Una rareza que, de verdad, deslumbra”.
En tanto, el mexicano Juan Pablo Villalobos, indicó que todas las novelas futuristas describen los miedos presentes, pero muchas lo hacen con pesimismo, pregonando la catástrofe inminente y asumiendo la derrota de antemano, y ‘El desierto blanco’ imagina un futuro muy cercano en el que, sin nostalgia, aunque sí en un hermoso tono melancólico, “no nos hemos olvidado de quiénes fuimos y quiénes somos, de la amistad y la familia, del amor y la ternura, de la rabia y la rebeldía, del juego y la fantasía, de la creación y la memoria, de todo aquello que podría salvarnos del Apocalipsis”.
Para Villalobos, Luis López Carrasco ha escrito una novela audaz formalmente, divertida, entrañable, ingeniosa, estimulante, “como nuestro sueño infantil de viajar a la luna”.
De entre las mil 566 obras presentadas a la cuadragésima primera edición del Premio Herralde de Novela, quedó finalista la obra “La reina del baile”, de la argentina Camila Fabbri, una novela perturbadora, envolvente, esperanzada; un libro que asalta al lector con la inusitada fuerza de su prosa, sencilla y directa solo en apariencia. Una narración que habla de traumas, realidades y deseos.
(LectorMx)