Por Adela Mac Swiney González

Huelva, España.- La actriz española Natalia de Molina recibió el Premio Luz de la 49ª edición del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano y advirtió que “en los tiempos que vivimos, asépticos y robóticos, es importante que los artistas nos revolquemos en el fango”, pues “forma parte del ADN de dedicarnos a esto, sobre todo porque ahora vivimos en una de las épocas más narcisista de la historia”.

Natalia de Molina hizo un alegato al trabajo de los actores y a cómo ha vivido su evolución como actriz y como mujer comprometida, y afirmó que “empecé a hacer cine por miedo y ahora lo hago por amor”.

La actriz, oriunda del municipio andaluz de Linares, en Andalucía, manifestó estar “muy contenta” por recibir el Premio Luz del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano. ”Es muy bonito, es como un chute de autoestima, porque es una profesión muy difícil y he arriesgado mucho, así que este Premio Luz me dice que debo seguir por este camino”, apuntó.

La intérprete reivindicó “el acento andaluz como parte de la diversidad de nuestro país en el cine español” y reconoció que “al principio mi acento me cerró puertas y trabajé mucho en neutralizarlo. Pero no hay que renunciar a nada y al final mi acento andaluz me ha dado muchísimo”.

También se reconoció como “una obsesiva del trabajo. Son muchas horas las que hay detrás de cada personaje y cuando me veo al principio siempre saco los defectos. Es cuando tomo distancia cuando me doy cuenta de que también hago cosas bien”.

Natalia de Molina estudió interpretación musical en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga y continuó su formación en el Estudio Corazza de Madrid. Su carrera despegó en el 2014 con la película ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’ (2013), dirigida por David Trueba, por la que obtuvo el Premio Goya como Actriz Revelación.

Desde entonces, Natalia de Molina ha trabajado tanto en películas de corte más comercial como “Kiki, el amor se hace” (2016), de Paco León; “Operación Camarón” (2021), dirigida por Carlos Theron; así como en el cine más experimental, independiente y de autor, con producciones como “Pozoamargo” (2015), del mexicano Enrique Rivero; “Animales sin collar” (2018), dirigida por Jota Linares o “Elisa y Marcela” (2019), de Isabel Coixet, entre otras.

En 2015 fue amadrinada por la actriz Natalie Portman en el Festival Internacional de Cine de Berlín, que la premió con el prestigioso European Shooting Star. Un año más tarde, en 2016, consiguió su segundo Premio Goya, esta vez como Mejor Actriz Protagonista por su trabajo en “Techo y comida” (2015), del director Juan Miguel del Castillo, convirtiéndose así en la actriz más joven en contar con dos de las preciadas estatuillas.

Sus papeles le han valido numerosos reconocimientos, llegando a estar hasta tres veces consecutivas nominada a los Premios Goya como Mejor Actriz de Reparto por sus interpretaciones en “Quién te cantará” (2019), de Carlos Vermut; “Adiós” (2020), dirigida por Paco Cabezas y “Las niñas” (2021), de Pilar Palomero. Desde 2018 es miembro de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood.

En 2022 estrenó varios proyectos, entre los que destacan “La maniobra de la tortuga”, de Juan Miguel del Castillo, por la que recibió el Premio Carmen a la Mejor Interpretación Femenina; “Espejo, espejo”, dirigida por Marc Crehuet; “Contando ovejas” de José Corral y “Un año, una noche”, del director Isaki Lacuesta. Además, estrenó lo que ha sido su primer papel protagonista en una serie de televisión para Movistar+ con “Fácil”, de Anna R. Costa.

En 2023 estrenó la película “Asedio”, de Miguel Ángel Vivas y ha rodado la serie para Netflix “Mano de hierro”, de Lluís Quilez, así como el largometraje “Desmontando un elefante”, dirigida por Aitor Echeverría.

(LectorMx)