Chichén Itzá, Yucatán.- Los fenómenos arqueoastronómicos relacionados con el solsticio de invierno llegaron entre luces y sombras a las principales zonas arqueológicas de Yucatán, sin mayor promoción para celebrarlos.

En general predominó la ausencia de eventos oficiales en los sitios prehispánicos, y en el caso de Mayapán permanece bloqueado desde el pasado 7 de noviembre por parte de ejidatarios de Telchaquillo, comisaría de Tecoh.

Este jueves se registra la noche más larga del año, 13 horas con ocho minutos, y en consecuencia el día más corto, 10 horas con 52 minutos, ya que el Sol salió a las 6:30 horas y se ocultará a las 17:22 horas.

Al amanecer, la alineación se observa en el Templo de las Siete Muñecas de Dzibilchaltún, en el Arco Falso del Grupo Ah Canul de Oxkintok, en el edificio principal de San Antonio Chel, así como en el Palacio de El Gobernador y en El Palomar de Uxmal.

Al atardecer se aprecia la bisección de El Castillo de Chichén Itzá, pues los costados poniente y sur son completamente iluminados, mientras que el oriente y norte quedan en obscuridad.

De igual forma se manifiesta el descenso de Kukulcán en la alfarda de La Pirámide de Mayapán, por lo que se forman siete triángulos de luz y sombra.

A pesar de estos acontecimientos, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), así como el Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos (Cultur) han brillado por su ausencia.

En los últimos dos años ha sido notable el aumento de visitantes a Mayapán en la fecha, pero en esta ocasión no hubo paso ya que el lugar está tomado desde hace 44 días.

El astrónomo yucateco Eddie Ariel Salazar Gamboa, explicó que para numerosas culturas el solsticio de invierno significa “el renacimiento del Sol”, “el vencimiento de la luz sobre la obscuridad” y “la victoria del Sol Invictus”, entre otros conceptos.

En la Península de Yucatán ocurrirá el punto exacto ocurrirá a las 21:28 horas, momento en el cual la Tierra tendrá su máxima inclinación, de 23 grados y 27 minutos de arco, con respecto a su eje.

Desde la Tierra, es la máxima declinación del Sol con respecto al sur, “en el horizonte, prácticamente se observa que está detenido durante tres días, para luego retornar su recorrido al oriente”.

La inclinación de la Tierra sólo es observable desde el espacio, sin embargo, culturas como la maya lograron identificar este tipo de acontecimientos a través de sus edificios, subrayó el coordinador del Grupo de Astronomía “Hipatia de Alejandría” del Instituto Tecnológico de Mérida.

(LectorMx)