Mérida, Yucatán.- En el Día Internacional de la Mujer, activistas y luchadoras sociales tomaron de nuevo las principales calles y avenidas de Mérida para alzar la voz e insistir en sus reclamos de alto a las agresiones.
Con exigencias de seguridad, de una vida sin violencia y de justicia, integrantes de organizaciones y en lo individual marcharon del Monumento a la Patria hacia la plaza grande de la ciudad.
Debido al cierre de vialidades y a la férrea vigilancia policíaca, así como el blindaje con estructuras metálicas y tablones, parte de los grupos decidió no avanzar más que en un sector del centro histórico y regresar a Paseo de Montejo.
Otros, por el contrario, aunque dispersos siguieron en su objetivo de plantarse frente a Palacio de Gobierno y sitios aledaños.
En su trayecto, como es costumbre, lanzaron proclamas y consignas, portaron pancartas y mantas, y refrendaron su postura de que sean eliminadas las expresiones de machismo y de conductas patriarcales en el hogar, el trabajo y otros ámbitos de la vida diaria.
En lo general, el #8M rindió también homenaje con el puño arriba en memoria de aquellas que cayeron como víctimas en la batalla por promover el respeto y la defensa de sus derechos.
En esta ocasión, ante versiones de supuesta injerencia de intereses políticos y electorales en la movilización, hubo alusión directa y rechazo al potencial oportunismo de algunos personajes y sus partidos.
Performance, música, batucada y discursos dieron el toque complementario a la manifestación de féminas en su mayoría, de la tercera edad, jóvenes y hasta niñas, vestidas de color morado o con prendas del mismo tono.
A los costados de los contingentes y en las glorietas fueron tapiadas esculturas, edificios emblemáticos y negocios de alto riesgo como bancos.
El obelisco a Justo Sierra, apenas en proceso de restauración por pintas del año pasado, fue blanco otra vez de la furia juvenil y resultó con afectacione, incluso por fuego.
Salvo el recurso del grafiti en inmuebles a lo largo del derrotero y palabras altisonantes por momentos, el #8M sólo exaltó la reiteración de ellas en busca de equidad e igualdad en los espacios que les corresponde.
Las feministas y acompañantes que lograron posicionarse sobre la 61, en las afueras de la sede del Ejecutivo local, intentaron derribar las vallas de protección y recibieron como repuesta chorros de agua a presión por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública.
Sin incidentes mayores, la protesta la noche de este viernes transcurrió conforme lo previsto por los organizadores.
(LectorMx)