Por Adela Mac Swiney González
Valladolid, España.- La película “Misericordia”, una mezcla de thriller rural y ejercicio cómico de anticlerical irreverencia, dirigida por el veterano realizador francés Alain Guiraudie, ha ganado la Espiga de Oro de la 69ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Serminci) por su ligereza oculta y un complejo equilibrio de géneros y tonos, bajo cuya apariencia de thriller-comedia provinciana se esconde una profunda meditación sobre cómo el deseo y la culpa nos hacen predecibles e incomprensibles los unos para los otros”.
“Misericordia” adapta una parte de la novela “Rabalaïre”, publicada por el propio Guiraudie en 2021, una relación que para el director no es nueva. Ha reconocido que el trabajo de escritura de sus películas parte a veces de la literatura y viceversa, pero que el resultado difiere: “cuando escribo una novela, incluyo muchas digresiones, un narrador que siempre está haciéndose preguntas, cuestionando lo que está haciendo, dudando enormemente; en cambio, el trabajo en una película es más de ir quitando cosas y ser conciso, porque no tienes ese espacio para las dudas del narrador y su pensamiento. Son procesos realmente contrarios”.
El jurado, formado por la directora griega Sofia Exarchou, la actriz española Aida Folch, la crítica y editora Devika Girish, el productor alemán Ingmar Trost y el director y escritor español Luis López Carrasco, también han dado el premio Miguel Delibes al mejor guion a Guiraudie.
La Espiga de Plata se ha repartido entre dos películas muy diferentes, que representan una visión cinematográfica distintiva: “Stranger Eyes”, del director de Singapur Yeo Siew Hua y “Polvo serán”, del español Carlos Marques-Marcet.
La primera “cuenta un relato absolutamente contemporáneo sobre la vida sometida a la vigilancia en Singapur, dotado de un lenguaje fílmico moderno y original que mantiene la intriga hasta el final, sin ceder a la sorpresa”, mientras que “Polvo serán”, por su parte, “aborda con sensibilidad e incluso alegría el confrontamiento entre la mortalidad y la vida de una familia, donde el maximalismo se equilibra con sutileza y autenticidad, gracias a las extraordinarias interpretaciones de auténticas leyendas del cine”.
El ganador del premio al mejor director D.O. Ribera de Duero ha recaído en Guan Hu, quien en “Black Dog”, según el jurado, “toma una simple historia de un hombre y un perro, y construye a su alrededor un universo cinematográfico de múltiples capas y lleno de intrincados detalles visuales, locales y narrativos”.
Los actores que han convencido al jurado de esta 69ª edición comparten, en lo que se refiere a los personajes que interpretan, el cuestionamiento de los roles tradicionales masculinos y femeninos. Por la una “feroz autenticidad de su interpretación, encarnando las múltiples contradicciones de una de las figuras más complejas de la sociedad -una madre reticente y problemática- valiéndose de la empatía y de un desafiante compromiso con los matices”, María Laura Weissmahr, protagonista de “Salve María”, de Mar Coll, ganó el premio a la mejor actriz.
El premio al mejor actor lo comparten los dos protagonistas de la película de Dan Johan Haugerud, “Sex”: Jan Gunnar Roise y Thorbjorn Harr. Según ha acordado el jurado: “demuestran la extraordinaria habilidad y sutileza necesarias para representar con autenticidad a personajes de la vida cotidiana, donde los dramas se desarrollan internamente y en gestos minúsculos, más que en grandes despliegues de acción o emoción. Son dos protagonistas masculinos que desafían y amplían suavemente los contornos de la masculinidad en pantalla”.
Recibieron, además, una mención especial los protagonistas de la película española “Polvo serán”, de Carlos Marques-Marcet: Ángela Molina y Alfredo Castro, en admiración por su trabajo y confirmar el lugar en el panorama cinematográfico mundial de los veteranos intérpretes y por “aportar una mezcla única de calidad y credibilidad a sus papeles de una pareja que se enfrenta a la muerte”.
El premio a la mejor fotografía recayó en Weizhe Gao por la película “Black Dog”, de Guan Hu, película que destacó desde el primer plano por su notable uso del paisaje, la luz y el encuadre, que impregna una historia humanista y conmovedora con la grandeza de una epopeya.
Por defender el montaje como principio creativo central del cine, Telmo Churro y Pedro Filipe Marques, han sido reconocidos con el premio José Salcedo al mejor montaje por la película portuguesa “Grand Tour”, de Miguel Gomes. Según el jurado, “el montaje se convierte en la cuerda floja en la que pasado y presente, ficción y documental, Oriente y Occidente se equilibran delicadamente”.
(LectorMx)