Mérida, Yucatán.- A puertas cerradas, sin permitir acceso a ciudadanos que buscaban hacerse oir sobre la reforma denominada “supremacía constitucional”, la mayoría del Congreso de Yucatán dio trámite acelerado y se sumó al aval de una veintena de Legislaturas dominadas por Morena y aliados.
En la diligencia formal de la cuarta transformación fueron ignorados quienes pretendieron manifestar su repudio a esa iniciativa de la llamada cuarta transformación.
Sus reclamos quedaron detrás de los barrotes del cerco de la entrada al recinto. La aplanadora no permitió espacio para aquellos que piensan diferente.
Larissa Acosta Escalante, de Movimiento Ciudadano, describió el impacto nocivo del asunto.
“Los derechos humanos quedan a voluntad del partido gobernante, y no se confundan, No hablo del gobierno en turno, hablo del poder que le están otorgando a cualquier partido que llegue, ojo a cualquier partido que llegue, incluso si sus principios son abolir derechos humanos”, advirtió.
“Hablamos de una reforma que pretende reducir la Constitución a un instrumento de opresión, que nos impide defendernos cuando el poder se extralimita. Y esto es particularmente peligroso en un país donde los derechos reconocidos y los derechos ejercidos no siempre coinciden.
“Los amparos y las acciones de inconstitucionalidad existen para asegurar que ninguna modificación a nuestra Constitución atente contra los derechos establecidos en ella. Al eliminar esta posibilidad, no solo estamos asfixiando el derecho de las minorías y las oposiciones a defenderse, sino también impidiendo que nadie pueda levantar la voz en contra de cualquier tipo de reforma constitucional”, expresó.
El coordinador de la Fracción Legislativa del PRI, Gaspar Quintal Parra, calificó de grave retroceso para nuestra democracia y para el equilibrio de poderes en el país.
Alertó de los riesgos de que México adopte como forma de gobierno el Estado Absoluto en el que se centraliza el poder político, se eliminan los contrapesos, se desprotege las libertades fundamentales y las minorías dejan de ser escuchadas.
Explicó que con esta reforma del partido oficialista se pretende limitar el derecho de las instituciones y los ciudadanos de cuestionar mediante controversias constitucionales o acciones de inconstitucionalidad, las reformas y adiciones de ley que se realicen a la Constitución Federal, dejando sin la posibilidad de frenar aquellas que vulneren los derechos humanos del pueblo y violenten la división de Poderes.
“Esta reforma debilita de manera peligrosa al Poder Judicial, dejándolo sin la facultad de revisar cambios que afecten el texto constitucional; debilita, de igual modo, el sistema de pesos y contrapesos, así como también, limita la capacidad de coordinación entre Poderes y la posibilidad de encauzar la acción pública de alguno de ellos; pero más preocupante, es que, se limite su función como garante de los principios fundacionales de la República y como defensor de los derechos humanos”, expuso.
Además, abona al desmantelamiento de nuestra democracia incipiente, que ha permitido la alternancia en todos los niveles de gobierno, entre otros avances de una sociedad abierta.
Es el regreso de lo que el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, denominó la “dictadura perfecta”, ya que permitirá que vuelva el sistema presidencialista autoritario de un partido hegemónico, sentenció el priísta.
Rafael Montalvo Mata, del PAN, cuestionó la celeridad, los errores técnicos por las prisas.
“¿Se imaginan cuantos errores deben de tener las reformas constitucionales que se hacen a prisa, que no se leen y peor aún que ya no pueden tener mecanismos de defensa para los ciudadanos? Un No puede ser la diferencia para impedir la vulneración a los derechos y garantías individuales”, anticipó.
Criticó que en solo siete días el poder reformador hizo lo que el Constituyente tardó semanas, meses y años.
“Logró hacer lo que nunca se pensó, acabar con la Constitución. Ayer, tan solo media hora después de haber sido aprobada en la Cámara de Diputados, el Congreso de Zacatecas ya había enviado, turnado, revisado, analizado y aprobado el dictamen que contenía la minuta federal.
“No hubo una voluntad para abrir el diálogo para construir una propuesta en un tema tan trascendental como éste”, deploró el ex alcalde de Ticul.
“Una cosa es contar con un poder reformador de la Constitución con pleno respeto a los Derechos Humanos, pero lo que se plantea con esta reforma, es que el poder reformador no tenga límites. Imaginemos tan solo el estado de indefensión en el que se deja a un ciudadano, cuando se le coarta su derecho de defender.
“¿Como decirle a una persona, si se llegara a atentar contra la propiedad privada, que no tienen derecho a defenderse puesto que se aprobó que las reformas constitucionales son irrecusables?”, remarcó.
En su intervención, definió que hoy el último mecanismo de defensa a favor de los derechos de las personas está siendo eliminado.
“Hasta el poder debe tenerse límites. Ningún poder absoluto es sano, la historia así lo ha marcado”, reprochó.
(LectorMx)