Por Jesús Mejía

Mérida, Yucatán.- Con 35 años dedicados a la promoción del libro y la lectura, el bibliófilo Macario Zamora está convencido de que los ejemplares de tinta y papel sobrevivirán a las nuevas tecnologías y de que hay coleccionistas dispuestos a pagar millones de pesos por ediciones especiales.

Rechaza ser un soñador, un loco que construye quimeras al aire. Asegura que los impresos se mantendrán entre los jóvenes, ya que vende lo mismo al por mayor que al modesto lector, por lo que refuta nuevas tendencias que dan por terminada la era de los libros.

No en balde su cadena de cinco librerías lleva el nombre de El Desván de Don Quijote porque don Macario, aunque no tenga el cuerpo flaco y macilento del ingenioso Hidalgo de La Mancha, sí tiene el espíritu de lucha incansable para impulsar su proyecto de librería itinerante y promover la lectura.

Sus expendios se encuentran en Guadalajara y su unidad móvil de compra venta de libros recorre las colonias marginadas y populares de la capital tapatía; ahora está en Mérida para compartir su experiencia y ofrecer libros de reconocidos autores, pero también los de colección para bibliófilos.

Luego de participar en la Feria Internacional de la Lectura Yucatán 2025, en la que tuvo una profusa demanda e incluso ofreció ediciones únicas, genuinas, de tiempos pretéritos, dice que hay libros tanto de matemáticas e historia como de teología e incluso un simple cómics que cuestan de uno a dos millones de pesos.

Por ejemplo, acepta que recién pagó un millón de pesos por un libro de loas que perteneció a la biblioteca de Sor Juana Inés de la Cruz y que ofrece una colección de un estudio sobre la Biblia, Alipide, de 24 volúmenes que datan del siglo XVI con valor de más de un millón y medio de pesos, de la que ya hay, afirma, interesados.

“Cualquiera diría que usted está loco en invertir tanto dinero en un libro” se le indica al señor de baja estatura, pero de buen talante, como el Sancho Panza de la novena de Cervantes, a lo que responde: “pues hay locos para todo, unos que invierten en casas, otros en autos, pero yo lo invierto en libros”.

En ese sentido, presume poseer un Estudio sobre la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino del año 1563 que recién adquirió por arriba de los 60 mil pesos. “Una joya” comenta sonriente.

Ante decenas de jóvenes que se acercan curiosos a sus impresos de todos los géneros, tamaños, autores y épocas, Macario Zamora cree firmemente en los nuevos lectores para libros, “capaces –dice– de abstenerse en comprar buena ropa o no comer bien por adquirir un buen libro como yo”.

Sobre el librero itinerante, informa que es una camioneta que lleva el nombre de El Desván de Don Quijote, mediante el cual compra libros y bibliotecas, ofrece publicaciones en colonia populares a precios accesibles y da seguimiento a sus lectores.

Menciona que el 12 de noviembre de cada año, en ocasión del Día Nacional del Libro, otorga reconocimientos: el Libro de Plata, a escritores y promotores de la lectura, como lo ha hecho con Elena Poniatowska, Luis Villoro, Paco Ignacio Taibo II y Armando Fuentes Aguirre “Catón”, entre otros.

A Don Macario Zamora no le espantan el internet ni las posibilidades de acceder al contenido de un libro a través del QR, más bien, asegura que el avance de las tecnologías ha ayudado a difundir, comprender y entender más acerca del libro.

En las redes sociales, agrega, circulan los títulos de 90 mil millones de libros publicados en todo el mundo y lejos de que nos perjudique demasiado el internet, recalca, ha venido a ayudar, lo que mantiene vivo el interés por la lectura entre la población.

Es así como este optimista vendedor de libros y promotor de la lectura ha dedicado su vida a los libros, desde su librería matriz donde oferta cerca de 90 mil títulos hasta los diferentes destinos del país a los que ha llegado.

Se mantiene activo como un Quijote que lucha contra la ignorancia y la ausencia de valores en los territorios cuyos nombres como su gente han sido olvidados.

(LectorMx)