Mérida, Yucatán.- Con 30 años al frente del Centro de Reinserción Social del Estado (Cereso), el profesor Francisco Brito Herrera, dejó de existir la madrugada de hoy.
El titular del penal de la capital yucateca perdió la vida, al parecer de un problema cardíaco.
Brito Herrera es considerado elemento relevante en la estructura de seguridad en Yucatán.
El penal de Mérida es uno de los más tranquilos del país y se distingue por la labor que realiza para la reinserción de los internos.
Brito Herrera tomó el cargo en el gobierno de Víctor Cervera Pacheco y lo mantuvo en las administraciones de Patricio Patrón Laviada, Ivonne Ortega Pacheco, Rolando Zapata Bello, Mauricio Vila Dosal y Joaquín Díaz Mena.
Descanse en paz.
(LectorMx)
COMUNICADO
La Secretaría General de Gobierno comunica a la sociedad yucateca el sensible fallecimiento del profesor Francisco Javier Brito Herrera, director del Centro de Reinserción Social de Mérida, acaecido la madrugada de este domingo 27 de abril en su domicilio particular, a consecuencia de un infarto.
El profesor Brito Herrera, de 75 años de edad, dedicó más de tres décadas de su vida al fortalecimiento del sistema penitenciario del estado. Ingresó a la administración penitenciaria por invitación del entonces Gobernador Víctor Manuel Cervera Pacheco, desempeñándose desde entonces con vocación de servicio, profundo compromiso con los derechos humanos y un enfoque integral hacia la reinserción social.
A lo largo de su trayectoria, ocupó diversos cargos en la administración pública estatal y federal, consolidándose como un referente en la materia. Su labor fue reconocida internacionalmente con la distinción Reconocimiento Mundial “Nelson Mandela”, galardón que premia a quienes impulsan sistemas penitenciarios humanitarios y respetuosos de la dignidad de las personas privadas de su libertad.
A Francisco Javier Brito Herrera le sobreviven su esposa, hijos y nietos. A ellos, así como a sus amigos y colaboradores, la Secretaría General de Gobierno expresa su más sentido pésame y reconocimiento a la vida de quien, con integridad y entrega, contribuyó a construir un sistema penitenciario más humano en Yucatán.
El Gobierno del Estado de Yucatán honra la memoria de un servidor público ejemplar y se une a la pena que embarga a sus seres queridos.