Por Jesús Mejía

Mérida, Yucatán.- El empresariado yucateco del ramo inmobiliario rechazó ser causa del encarecimiento de inmuebles del Centro Histórico de Mérida y, por ende de la gentrificación, y llamó a los inversionistas a enfocar sus proyectos de manera sustentable, sostenible e inclusiva.

Al presentar el rescate de una antigua casona de 400 metros cuadrados de principios del siglo XX del Barrio de La Mejorada, el empresario Farid Estrada Fritz se pronunció por un equilibrio entre reparar propiedades abandonadas y el aprovechamiento de las mismas como viviendas.

“Lo que hay que cuidar es un ordenamiento en el tema, de que no sea un crecimiento y un desarrollo a costa de encarecer tanto, que sea accesible el tema habitacional”, subrayó el director del Grupo Naj que construyó en la zona el
Ya’ax Hotel Boutique y ahora recuperó un inmueble de arquitectura colonial.

“Es una casa que estaba en desuso, que estaba abandonada y esa fue la intención, recuperarla como parte del patrimonio histórico que da identidad a Mérida”, recalcó, al mostrar los espacios de la casona restaurada de manera integral sin cambios en la arquitectura y en su fisonomía exterior.

Exhortó a inversionistas y al gobierno de la ciudad a preservar los inmuebles y evitar que el centro de convierta en una burbuja inmobiliaria de uso exclusivamente turístico como ocurre en otras ciudades del mundo como Barcelona que salen de control por el tema de los Airbnb.

Al respecto, la consultora en la materia Jeannet Morales expuso que, salvo excepciones, los empresarios yucatecos prefieren invertir en edificios, en construcciones modernas verticales que rescatar muchos inmuebles abandonados del centro histórico.

“Nos quejamos de la gentrificación y al mismo tiempo con eso promovemos que inversionistas del extranjero se estén apropiando de la parte que le da identidad a nuestra ciudad”, dijo la asesora y observó que a los empresarios yucatecos les resulta más caro reconstruir que edificar nuevos edificios.

“Se dicen muy orgullosos de ser yucatecos, pero no le quieren meter dinero a la restauración de lo que le da identidad a la ciudad que es el Centro Histórico, que incluye el Paseo de Montejo, del Monumento a la Bandera al remate, pero sí prefieren invertir en infraestructura moderna en el norte de la ciudad.

Como un ejemplo de la restauración y rescate de inmuebles que permanecieron décadas en desuso o abandonados, figura la citada construcción de arquitectura colonial, la cual ha recobrado su imagen para dar paso a Casa Chakán, el proyecto especial y emblemático de Grupo Naj.

El predio formaba parte del área de influencia y propiedad de Olegario Molina Solís (1843-1925), dos veces gobernador, secretario de Fomento durante el régimen de Porfirio Díaz y uno de los personajes más conspicuos de la denominada Casta Divina, la oligarquía yucateca que controló la política y la economía del estado de Yucatán a principios del siglo XX.

La restauración del edificio resalta por la altura de los techos, la conservación de las losas en pisos, así como parte de la mampostería, con un equilibrio interior del arte plástico y textil de Martín López y Hericko Delfín.

Ubicada en la calle 57, entre 52 y 54, en el corazón del centro histórico de Mérida, fue residencia familiar, en distintos períodos. Luego se adaptó y funcionó, por años, como consultorios médicos.

Con el tiempo, el inmueble fue abandonado y quedó en desuso. Ya restaurado, en septiembre venidero será destinado para uso comunitario.

(LectorMx)