Por Adela Mac Swiney González
Madrid, España.- La película “El buen patrón”, de Fernando León de Aranoa, fue la principal triunfadora de la 36 edición de los Premios Goya celebrados hoy al ganar el Goya a la mejor película y cinco más de los principales galardones.
Su director, Fernando León de Aranoa, ganó el Goya a la mejor dirección y al mejor guion original, sumando siete desde su primera nominación, y su protagonista, Javier Bardem, obtuvo el Goya al mejor actor protagonista. Habiendo sido nominado esta semana al Oscar por “Being the Ricardos”, dedicó el premio a su mujer y a sus hijos Leonardo y Luna, así como a su madre, la actriz Pilar Bardem, quien falleció el año pasado.
“El buen Patrón”, una sátira del mundo empresarial, batió el récord de las nominaciones en la historia de los Goya, con 20, y representó a España en los premios Oscar, aunque no fue nominada.
Es la tercera película en la que coinciden director y actor, tras ”Los lunes al sol” y “Loving Pablo”. En el filme, la empresa Básculas Blanco fabrica desde hace décadas balanzas industriales para grandes superficies. Blanco, su propietario, está contento, su negocio atraviesa un buen momento y están a punto de recibir un premio del gobierno provincial a la Excelencia Empresarial.
Se espera la visita inminente de una comisión, y todo tiene que estar a punto para ese momento. Sin embargo, los problemas con sus trabajadores comprometen el buen rumbo de las cosas. El buen patrón trata de resolverlos a cualquier precio: para restaurar el equilibrio perdido, cruzará todas las líneas imaginables.
En total, en la gala de entrega de premios celebrada en la noche española en el Palau de les Arts de la ciudad de Valencia, logró seis Goyas, mejor película, dirección, actor, guion original, montaje y música original.
En segundo lugar por número de premios, con cinco, quedó clasificada “Las leyes de la frontera”, de Daniel Monzón; seguidas de “Mediterráneo”, de Marcel Barrena y “Maixabel”, de Iciar Bollaín.
A su cuarta nominación y con 40 años de interpretación a sus espaldas, la actriz española Blanca Portillo, ganó el premio a la mejor actriz por su papel en “Maixabel”, en el que interpreta la historia de reconciliación de una víctima del terrorismo, y uno de los momentos más emotivos de la gala, celebrada en Valencia, fue la entrega del Goya de honor al veterano actor con más de sesenta años de trayectoria José Sacristán.
Por primera vez en sus 36 años de historia los Premios Goya entregaron su primer reconocimiento internacional, que recogió la actriz australiana Cate Blanchett de manos de Pedro Almodóvar y Penélope Cruz.
La película chilena “La cordillera de los sueños”, de Patricio Guzmán ganó el Goya al mejor largometraje iberoamericano, una cinta en la que el director filma de cerca esta inmensa columna vertebral para develar los misterios reveladores potentes de la historia pasada y reciente de Chile.
En representación del cineasta chileno, la productora Alexandra Galvis recogió el premio y pidió que Chile “nunca olvide y use su memoria para construir”, además de dar las gracias a la Academia de Cine de España.
Subrayó que Patricio Guzmán ha dedicado “50 años de su vida hablando de la memoria, contando la historia de Chile y ha dedicado toda su vida a esto, a su amor que es Chile” y destacó que el documental es “un género por excelencia”.
En esta categoría, “La cordillera de los sueños” competía con la película mexicana “Los lobos”, de Samuel Kishi Leopo; con la argentina “Las siamesas”, de Paula Hernández y la peruana “Canción sin nombre”, de Melina León.
Esta noche de sábado, Valencia, este español, fue la sede de la 36ª edición de los Premios Goya, culminando la celebración del Año Berlanga, con el que la Academia de Cine conmemoró en 2021 el centenario del nacimiento de uno de los padres de la institución y referente de la cinematografía española.
(LectorMx)