Por Bernardo Caamal Itzá
Peto, Yucatán.- A pesar de la presión que ejercía el gobierno federal de entonces, para que los agricultores peninsulares aceptaran “aumentar su producción recurriendo al paquete tecnológico”, como parte de sus programas de la “revolución Verde”, fue a mediados de los años 80 cuando los milperos de Quintana Roo empezaron a probar algunos de los insumos.
“Para aumentar tus cosechas debías de abandonar tus semillas, y las plagas controlar con esos poderosos químicos y lo mismo que las hierbas”, recomendaban los agrónomos de aquellos años.
Fueron esos años, en que todas las instancias oficiales relacionadas al campo articularon una estrategia para “presionar” a que los productores adoptaran ese modelo de hacer agricultura, pero los milperos decían “Le ken in ts’a le quimico ku kiinsik lek lu’uma” -Siento que los químicos que aplicamos a la tierra matan al suelo”.
Los milperos de mayor edad pusieron resistencia, mientras que los agricultores más jóvenes fueron más accesibles. Con ellos resultó más fácil promover el paquete de “alta tecnología para aumentar la producción” en donde, hoy en día, a muchos les consta esas terribles consecuencias que no sólo tiene con la tierra, con la salud y con el monopolio de las semillas y de los agroinsumos.
En nuestro caso nos tocó observar cómo los milperos en esos años en Quintana Roo, desde Buluk’ax hasta Sacalaca, a pesar de que fueron presionados por el gobierno para que “se adentren a la revolución verde”, hubo resistencia, lo cual comparto en mi libro “Los relatos en el sáastun del Arux”.
Escuche nuestro tsikbal (conversación), después de las 8:15 de la mañana de esta mañana fría, 10 de enero, 2024.
Link de transmisión en vivo en la radio XEPET “La Voz de los Mayas”: https://ecos.inpi.gob.mx/xepet/