Mérida, Yucatán.- La expansión de la mancha urbana alrededor de Mérida destruye en promedio casi un kilómetro de áreas arboladas al año, advirtió hoy el titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), Eduardo Batllori Sampedro.

Calculó que esta afectación en inmediaciones de la capital yucateca representa seis hectáreas de selvas al día.

“No dentro de la ciudad sino las áreas aledañas de selvas se están deforestando para poder meter infraestructura urbana”, dijo en entrevista.

También estimó que una tercera parte del total de Mérida requiere “un trabajo fuerte de reforestación”, que es donde se encuentran los nuevos fraccionamientos.

Luego de participar en la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Mérida (Canaco Servytur) en la presentación de las conferencias y detalles de la Expo Foro Ambiental 2017, urgió a frenar la destrucción de la “capa verde” de la ciudad.

“Y que el diseño urbano se haga con respecto al paisaje y no al revés”, puntualizó.

El funcionario refirió que zona del Centro y la parte antigua de Mérida, antes de los noventas siguen bien reforestadas, con patios grandes y residentes locales que tienen la tradición del solar de la casa.

Más aún, citó que en el sur de Mérida todavía hay “impresionantes” extensiones arboladas.

Por ello, planteó la necesidad de preservar los árboles en las nuevas construcciones, como el caso del Centro Internacional de Congresos que incluyó el traslado a sitios seguros para su sobrevivencia, y que ese criterio “permee” en las acciones del Ayuntamiento y en la obra privada.

Según el Programa Municipal de Desarrollo Urbano (PDU) de Mérida, durante los últimos 25 años la extensión territorial de la ciudad pasó de 8 mil a 26 mil hectáreas.

El nuevo PDU 2040, aprobado por el Cabildo el 6 de abril y presentado a la sociedad al día siguiente, aborda el incremento del parque vehicular, la lucha contra la desigualdad entre el norte y el sur de Mérida, el crecimiento de la vivienda, la redensificación urbana, los efectos del cambio climático, el encarecimiento de los servicios y la defensa del patrimonio cultural, entre otros.

(LectorMx)