Mérida, Yucatán.- En Chicán, comunidad del municipio de Tixmehuac, ubicada al sur del estado, se acabó el silencio impuesto por la sordera, discapacidad auditiva que llegó afectar hace unos cinco años al 30 por ciento de sus habitantes, el más alto índice en el país.
Por fin las familias de apellidos con Collí y Canché, los más predominantes en esta población señalada como de extrema pobreza en Yucatán, podrán disfrutar de las tradicionales jaranas y las vaquerías que forman parte de la cultura popular.
Una organización social altruista, la Asociación Yucateca Pro deficiente Auditivo acudió a la población y, con apoyo de investigadores y profesionales de la Universidad Autónoma de Yucatán estudio el origen del problema y desplegó acciones para su solución.
Desde el año 2005 ya no nacen niños sordos en Chican, aseguró Danilu Vales Gamboa, presidenta de la mencionada organización dedicada desde hace 30 años a atender a niños jóvenes y adultos con problemas auditivos en comunidades de alta marginación de los estados de Quintana Roo, Campeche y Yucatán.
El añejo problema de la sordera, que llegó afectar a un tercio de los habitantes de dicha comisaría (de 623 habitantes), unas 200 personas en el 2013, fue un caso atípico que tuvo resonancia nacional.
Vales Gamboa explicó que el parte del origen de este problema lo constituyeron las relaciones parentales entre dos grandes familias, por lo que el factor genético alteró el sistema auditivo, aunque también hubo causas relacionadas con nacimientos prematuros y consumo de toxina en mujeres embarazadas.
Se trata de una comunidad 130 kilómetros al sur de Mérida que se encontraba prácticamente aislada que no recibía los beneficios del desarrollo y hoy las cosas han cambiado, puntualizó
Explicó que la asociación a su cargo brinda desde hace varios años atención y seguimiento a cada uno de los casos con el apoyo de especialistas y donaciones para la entrega de aparatos auditivos, además de respaldos para intervenciones quirúrgicas en algunos casos.
Reconoció que el gobierno no lo puede hacer todo, por lo que las organizaciones de la sociedad como la que representa han intervenido para prestar auxilio y apoyo a las comunidades necesitadas en particular problemas de discapacidad auditiva.
Planteó que en general Yucatán es uno de los estados con mayor índice de discapacidad auditiva, la cual se calcula en 4.4 por cada mil nacidos vivos por arriba del promedio nacional es de 2.8 por cada mil.
Informó que en marzo pasado llegaron al estado especialistas de Oklahoma y Florida para brindar, junto con sus homólogos yucatecos y maestros de los Centros de Atención Múltiple (CAM-USAER) atención a un mil 440 niños, jóvenes y adultos, labor que se extendió al estado de Campeche donde fueron atendidos 440 pacientes
Destacó que la asociación que representa cuenta en este momento con 45 personas en proceso de atención y rehabilitación, así como una lista de 75 futuros beneficiados de pilas para aparatos auditivos.
(Jesús Mejía)