Mérida, Yucatán.- ¿De qué o cómo murió la ballena de alerta encontrada el domingo frente a la costa de Yucatán? Los investigadores ya trabajan en la necropsia.
El reporte preliminar lo determinará tentativamente este mismo lunes, pero el diagnóstico oficial y detallado se podría llevar entre seis meses y un año.
“Algunos análisis los procesamos nosotros y otros se mandan a analizar a Estados Unidos”, explicó Raúl Díaz Gamboa, director del Programa de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
El gigante macho, de unos 14 metros de largo y casi 20 toneladas de peso, fue diseccionado con enormes sierras ante la vista del público.
Un equipo de 18 personas, en su mayoría estudiantes de Biología Marina de la UADY, comenzaron los estudios superficiales, aunque los más importantes se tendrán con posterioridad.
“Nunca habíamos atendido a un animal de esta magnitud”, confesó el especialista.
Para las pruebas clave se tomaron dos muestras pequeñas de grasa y de piel para análisis de genética y análisis de contaminantes.
“Si encontramos sangre que no esté licuada dentro de algún bazo, cerca del corazón, pues se va a tomar esa muestra”, precisó Díaz Gamboa.
Los estudios abarcan hígado, pulmones, bazo, intestinos, con el fin de determinar si el gigante padeció de alguna patología o contaminación.
“La edad va a ser muy difícil saberla, porque es un animal que no tiene dientes. Si tuviera dientes, se analiza en el laboratorio un diente, se corta a la mitad, se ven las capas de crecimiento y se determina cuántos años”, aclaró.
La ballena de aleta está sujeta a protección especial bajo la NOM -050- SEMARNAT 2010 y normalmente vive mar adentro.
Centenares de curiosos, por espacios alternados, siguieron las diligencias que se realizaron a un costado del muelle de pescadores.
Los informes de corto y largo plazos se entregarán a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Los restos serán enterrados en la playa del lugar para evitar que puedan ser tocados, sobre todo en caso de enfermedad que pueda ser transmisible a humanos, y se prevé que uno o dos años después sean recuperados los huesos para exhibirlos en puerto Progreso.
“Cuando suceden estos casos, que es muy llamativo, no todos tenemos la oportunidad de verlo todos los días”, reconoció el responsable de la labor forense.
(Fotos:Cuauhtémoc Moreno)