Mérida, Yucatán.- Con la exigencia de mantener limpias las áreas naturales, dada la gravedad de la contaminación, organizaciones sociales y el Gobierno Municipal realizaron labores de limpieza tanto del parque como del cenote de la comisaría de Cholul, de donde extrajeron más de 300 kilogramos de residuos sólidos y desechos orgánicos.
Cerca de medio centenar de integrantes de las asociaciones “Manos Cholul” y “Yo soy uno más”, así como voluntarios extranjeros residentes en esta ciudad y autoridades, participaron en una ejemplar jornada de limpieza del principal sitio recreativo de esa localidad ubicada al norte de Mérida.
Los esfuerzos se centraron en limpiar las áreas verdes atestadas de basura, así como en sanear el cenote Zacil-Ha, donde varias personas entraron al cuerpo de agua para extraer durante más de tres horas todo tipo de materiales orgánicos y plásticos.
La cuenca de agua putrefacta mide de 2.5 metros por 6 metros de largo y tres metros de profundidad. La recuperación de desechos del fondo permitirá el ingreso al sitio de corrientes de agua subterránea que permitirán devolverle su entorno natural con la posibilidad de repoblamiento de peces.
Jesús Alberto Chan Suárez y Finita Villegas, voluntarios, indicaron que el cenote ya había sido objeto de trabajos de intervención en los años 2007 y 2010, sin embargo, dijeron, los pobladores de la zona lo siguen utilizando como un basurero, ya que arrojan todo tipo de desperdicios.
Expusieron que es necesario que los residentes de la zona adquieran conciencia sobre la necesidad de mantener limpios los entornos naturales, en particular los cenotes que forman parte de las reservas de agua del estado.
Con apoyo económico de la Fundación Bepensa, que aportó 80 mil pesos, este día las organizaciones y el Ayuntamiento de Mérida, además de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, se centraron en tres tareas: primero, la limpieza general del parque; segundo, la siembra de nuevos árboles frutales, y tercero el saneamiento del cenote Zacil-ha.
El objetivo es recuperar el entorno natural, despejar de basura las áreas verdes y darle al conjunto arquitectónico del lugar, que incluye la iglesia de San Pedro Apóstol que data del siglo XVI, el mayor esplendor posible para convertirlo en un sitio de atracción turística.
La presencia de voluntarios estadounidenses, rusos, franceses y argentinos en las tareas de saneamiento refleja la convicción por mantener esos sitios limpios, por lo que llamaron a los residentes y a la sociedad en general a contribuir en ello.
Sin embargo, apenas terminaron las tareas de salvamento del entorno natural, cuando empleados del Ayuntamiento levantaron desechos de envases tetra pak recién arrojados por transeúntes en el parque.
(Jesús Mejía)