En la vida no hay premios ni castigos,
sino consecuencias
Robert Green Ingersoll
Julian Santiesteban
Quintana Roo. – Si algo hay de complicado para los “candidatos oficiales” es tener precisamente esa condición, pero más difícil se vuelve convencer al electorado, cuando los candidatos que deben tener como referente a los gobiernos de que proceden, intentan ganar comicios repartiendo culpas antes que asumiendo responsabilidades, pues las campañas se convierten en una dinámica interminable de señalamientos y recriminaciones, antes que de propuestas y acciones constructivas.
La primera semana de campaña ha concluido y se ha desarrollado exactamente en los términos que el escribiente señalara antes de iniciada; es decir, los del “cambio” acusan a los de la “cuarta transformación” de no ser lo suficientemente democráticos y transformadores como ofreció el presidente Andrés Manuel López Obrador, los acusan incluso de “no poder” gobernar; y los morenistas acusan a los albiazules y perredistas de no cumplir con brindar las oportunidades que prometió el régimen local.
Sin embargo nadie hace compromisos reales, salvo dos o tres casos, fundamentalmente los actores que nunca han participado en política. Estos incluso hacen propuestas osadas, como desaparecer el Instituto de Movilidad y la ley respectiva, permitir la entrada y operación de Uber en Quintana Roo, revocar la concesión de Aguakán en la zona norte quintanarroense –ahí van de nuevo con el tema-; modificar la constitución local para evitar que haya un nuevo fiscal general que no sea oriundo de Quintana Roo, acciones todas que, aun cuando sus promoventes lleguen a la curul, difícilmente contarán con el apoyo de las mayorías, pues las normas han sido creadas así porque “conviene al régimen.”
Nadie, nadie hasta ahora se ha comprometido a permanecer en la curul los tres años, y es que la mitad de los que arribarán a la XVI Legislatura –incluyendo los diputados que buscan reelección- abandonarán la diputación en 2021 para contender por alguna de las once alcaldías quintanarroenses que estarán en disputa; así que, si quiere evidenciar el grado de compromiso de su candidato es muy sencillo, donde quiera que se lo encuentre y ahora que lo visite –que seguramente lo harán para abrazarlo y tomarse fotos- pregúntele si abandonará el cargo para ir en pos de otro y grábelo… verá que en dos años se irán “porque el pueblo y la democracia se los demanda.”
Es apenas la primera semana, pero evidentemente los candidatos no están haciendo conexión con los ciudadanos, con los medios de comunicación están bastante renuentes y los medios de comunicación incluso denotan una cobertura de los actos públicos por costumbre, hay un hartazgo de los votantes que muchos esperan se prolongue, pues en esas condiciones y en elecciones intermedias siempre ganan los partidos con estructura; pero lo atípico de la situación política nacional, al parecer, prolongará la “ola” morenista, a la cual le alcanzará para obtener mayoría en el Legislativo estatal. Morena ha dicho que va por los cinco congresos que están en disputa en el país, habrá que ver si le alcanza.
Por último, una recomendación al lector, recuerde que los candidatos siempre responden a grupos de poder y a gobiernos de los que proceden; los panistas-perredistas y de Encuentro Social, están identificados con el gobierno estatal quintanarroense; los de Morena-PT y Partido Verde Ecologista lo están con el gobierno federal…y de los independientes y de otros partidos pues no hay mucho que decir hasta ahora; pero no se pierda en el “mar de acusaciones”, mejor exija compromiso por tres años y en temas concretos, así evitará una decepción más.
COMENTARIO MORBOSO
En el actual proceso electoral se presentan condiciones atípicas que pondrán a prueba a muchos de los candidatos, no sólo a aquellos que apenas incursionan en la vida pública, sino fundamentalmente a aquellos que se han mantenido en la misma ya por algunos años. En Encuentro Social, Gregorio Sánchez Martínez deberá mostrar si sigue teniendo popularidad entre los votantes del norte; en Movimiento Ciudadano, José Luis “Chanito” Medina Toledo, tendrá que mostrar si es capaz de levantar ese partido con su sola imagen y los diputados que buscan reelección deberán ser capaces de mostrar que la legitimidad con la que arribaron al poder en 2016 no los ha abandonado.
Los dos partidos nuevos: Movimiento Auténtico Social (MAS) y Confianza por Quintana Roo se juegan su existencia misma, pues tienen que obtener cada uno el tres por ciento de votación y los independientes están obligados a mostrar que los ciudadanos sin partido son capaces de recoger las aspiraciones de una sociedad que cada vez cree menos en los partidos. Por cierto, a la gestión del “cambio” le quedan tres años de gobierno y el proceso intermedio será el “termómetro” para identificar si la entidad sigue identificada con ellos y la ola morenista que es capaz de competir sin que Andrés Manuel López Obrador en la contienda, así de extraño es el panorama, y así de amplia la posibilidad del ciudadano de mostrar con su sufragio si vale la pena la continuidad u optar por nuevas opciones políticas; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.