Mérida, Yucatán.- Al rendir su primer Informe de Gobierno, en su segunda administración, el alcalde Renán Barrera Concha presentó un cuadro de una ciudad pujante, con desafíos de crecimiento, y dio un esbozo anticipado de sus aspiraciones políticas.

Con un lenguaje que recurrió a lo sencillo y directo, ofreció en seis puntos grandes trazos de un diagnóstico de partida, de lo realizado en un año y de lo que está por venir.

“Gracias a ustedes he aprendido a asumir mayores responsabilidades con paciencia y mesura. No tengo el arrebato de buscar posiciones por sí mismas, ni las ambiciones de ampliación del poder personal. La experiencia me dicta que a veces, cuanto no te toca, aunque te pongas y en otras, aunque te quites, te toca”, dijo en su mensaje.

“Un hombre vale por su capacidad de sacar lo mejor de otros y de hacer sinergias y no por aumentar su control sobre las personas o instituciones. No tengo el afán cotidiano del poder, ni gozo subordinando a otros”, precisó.

Bajo ese perfil, que describió como de mayor madurez y experiencia, rechazó optar por el relumbrón y las salidas fáciles.

“Es verdad que se pueden intentar obras faraónicas y sorprender con altísimas y luminosas torres, pero cuidado, que no siempre encienden ni guían los barcos hacia sitios seguros”, atajó.

Ante el pleno del Cabildo y representantes de los tres poderes del Estado, así como invitados especiales, contrastó que hay quienes piensan que Mérida ha mejorado mucho este año, y otros que desean ir más rápido y disfrutar soñadas y radicales transformaciones.

“Ese es el embrujo de Mérida. Ser para todos. Los cambios violentos y radicales no existen, todo evoluciona poco a poco porque somos todos quienes hacemos, vivimos o padecemos la ciudad. Vamos a cambiar todos juntos, y a tiempo, para hacer mejores entornos donde sueñen nuestros hijos. Vamos a revisar cada cosa y cada adhesión para pedir responsablemente lo que podemos dar”, abundó.

En ese desempeño, reconoció que a veces se pretende que se incline la balanza hacia los intereses individuales como si fueran los colectivos.

De relevancia, dibujó una sociedad cada vez más exigente y demandante que exige las cosas bien hechas, las calles limpias y que las tareas de recolección de basura y otros servicios públicos sean de calidad y no generen molestias.

“Tenemos una población más plural, moderna y diversa. Si consideramos las potencialidades del desarrollo actual y el hecho de que el municipio es imán de atracción tanto para yucatecos, como mexicanos y extranjeros, entonces Mérida es la joya de la corona que subyuga, que enamora y que todos debemos cuidar.

“Aquí hay sitio para los sueños de meridanos y yucatecos, para más de cien mil compatriotas de otras partes del país que vienen por el oasis de paz y tranquilidad; para miles de extranjeros de varias partes del mundo que sienten este trozo de tierra como un sitio amigo y entrañable”, expresó el panista.

Hubo espacio también para la obligación de cuidar la convivencia saludable de una ciudad hermosa, cariñosa con todos y tolerante que no gusta ni de discursos ni acciones de odio o de rechazo.

“Creo que estamos listos para un futuro mejor. Mérida es lo que es y lo que será, gracias a esta ecuación de demandas y responsabilidades. Necesitamos pulir el pacto social y experimentar nuevas formas de gobernanza y participación ciudadana. Tenemos herencia y porvenir.

“El futuro tiene que hacerse posible, seguro, sin improvisaciones, espectáculos, errores o aspavientos. La planeación de mediano y largo plazos son necesarios para no reinventar Mérida cada tres años”, sostuvo en otro momento.

Con el pincel de la palabra, remarcó que “el futuro pinta bien” como lo reconoce el prestigio de la ciudad y su protagonismo cada vez mayor en el ámbito internacional.

Sin embargo, aclaró que el porvenir no se pinta solo.

“El rostro de Mérida tiene que ser mejor mañana, construir más seguridad para las mujeres, apoyar la educación de nuestros jóvenes y fortalecer la lucha contra los vicios y adicciones”, enlistó como pendientes sociales.

“Dibujemos juntos como un solo pintor el horizonte de Mérida y hagámoslo planificadamente, para que el paisaje, en la medida de lo posible, nos guste a todas y todos”, describió.

En seis puntos, Renán abordó los temas de seguridad, economía y turismo, política social y participación ciudadana, cuidado al medio ambiente, proyección cultural y artística, así como obras y servicios.

(LectorMx)