Cozumel, Quintana Roo.- El primer registro documentado de Cigüeña Jabirú (Jabiru mycteria) en Cozumel quedó asentado como acontecimiento de gran relevancia para la conservación de la avifauna local.
El Centro de Conservación y Educación Ambiental (CCEA) confirmó la presencia de esta majestuosa ave, catalogada como especie en Peligro de Extinción en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
El hallazgo fue posible gracias al reporte oportuno de personas de la comunidad, quienes alertaron al personal de la Fundación de Parques y Museos de Cozumel (FPMC), reveló el biólogo Rafael Chacón Díaz, director del CCEA.
De acuerdo con la plataforma especializada eBird –refirió–, en lo que va del año solo se han registrado dos avistamientos de Jabirú en Quintana Roo: uno en enero cerca de Tulum y otro en abril, en Mahahual.
El actual representa el primer registro histórico para la isla de Cozumel, lo que subraya el valor ambiental del territorio insular como refugio potencial para especies amenazadas.
Según la manejadora de recursos naturales, Paulina Sabido Villanueva, indicó que la Cigüeña Jabirú es una de las aves acuáticas más grandes del continente americano.
“Llega a medir hasta 140 centímetros de longitud y se distingue por su imponente presencia: plumaje blanco, cuello con una franja rojiza en la base, cabeza y pico de color negro. Su hábitat natural son los humedales, pantanos y campos inundados, aunque suele anidar en árboles altos y convivir con otras aves vadeadoras”, detalló.
El hábitat de la Cigüeña Jabirú abarca desde el sureste de Estados Unidos hasta Argentina, y en México se le encuentra en la península de Yucatán, así como en los estados de Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas.
La dieta de esta especie se compone de vertebrados e invertebrados, como peces, reptiles, anfibios y artrópodos, lo que la convierte en una pieza clave en los ecosistemas acuáticos.
Este avistamiento no solo enriquece el conocimiento científico sobre la distribución de esta especie, sino que también refuerza el papel estratégico de Cozumel en la protección de la biodiversidad.
Además, pone en evidencia la importancia de la participación ciudadana en los esfuerzos de monitoreo y conservación de fauna silvestre.
El nombre de esta ave proviene del guaraní, lengua indígena de Sudamérica, principalmente de Paraguay.
(Con información de CGC-QROO)
