La computadora volvió a derrotar al mejor jugador de Go en el mundo; aún faltan tres enfrentamientos más para determinar al campeón.

El auge de las máquinas se dejó ver en todo su esplendor el jueves 10 de marzo en Seúl cuando una computadora de Google volvió a derrotar al mejor jugador humano de Go, el juego de mesa más complejo del mundo.

La segunda victoria consecutiva de la máquina sobre Lee Se-dol, el campeón mundial de Go, se considerará un avance considerable en el campo de la inteligencia artificial.

El surcoreano ahora debe ganar tres partidas consecutivas contra el programa AlphaGo de Google DeepMind para triunfar en una serie de cinco partidas. La computadora ganó en el primer encuentro con Lee el miércoles 9 de marzo.

Si Lee, de 33 años, gana la serie, recibirá un millón de dólares (unos 18 millones de pesos) y reafirmará su título de campeón mundial; si AlphaGo obtiene un triunfo convincente, sería la señal del final del dominio humano en el increíblemente complicado juego de mesa (Google donará el dinero del premio a la beneficencia).

El Go surgió hace miles de años en China. Dos jugadores se turnan para colocar piedras blancas y negras en un tablero de 19 filas por lado; el objetivo es tomar el control territorial del tablero rodeando al oponente con las piedras. Las partidas pueden durar varias horas y para ganar se necesita una vitalidad mental inmensa, intuición y estrategia.

Enseñarles a las computadoras a dominar el Go ha sido una especie de santo grial para los científicos especialistas en inteligencia artificial. El tablero tiene más combinaciones posibles que átomos en el universo, de acuerdo con Demis Hassabis, director ejecutivo de Google DeepMind, empresa que desarrolló AlphaGo.

“El Go es el juego más profundo que la humanidad ha creado”, dijo Hassabis. “El Go es un juego que trata principalmente de intuición y sensación más que de cálculo, por lo que es muy difícil que las computadoras lo jueguen bien”.

Los investigadores de Google esperan que las cualidades de AlphaGo terminen usándose en ámbitos distintos a los juegos de mesa, tales como las aplicaciones de Google e incluso en la medicina.

Google adquirió DeepMind en 2014 con la idea de reforzar su cartera de empresas dedicadas a la inteligencia artificial y la robótica.

(CNN Expansión)