Mérida, Yucatán.- Agosto le pertenece a las Perseidas pero no olvidemos que diciembre y enero también hay Lluvia de ‘Estrellas’, Las Cuadrántidas y las Gemínidas.

El Universo está lleno de sorpresas y en Mérida tenemos un lugar que nos puede ayudar a  transformar lo que consideramos misterios en certezas: El Planetario Arcadio Póveda Ricalde. Este sábado ofrecerá la charla “Astronomía Divulgativa: Conjunciones Planetarias” y la oportunidad de observar a través del telescopio los planetas Marte y Saturno, a las 5 y y 8 pm en el Centro Cultural Olimpo.

En una semana en la que mundo toma previsiones para disfrutar el espectáculo de las Perseidas , en el sitio web del Planetario podemos ingresar a “Explorando el Firmamento” y disfrutar de un viaje a través del cosmos.

Pero este verano el cielo se llena de luces y se espera la llegada de las Perseidas. ¿Cuál es la mejor manera de disfrutar de las Lluvias de ‘Estrellas’? Definitivamente no es con un telescopio ni con binoculares sino  elegir un espacio libre de obstáculos, colocar una manta y disfrutar del firmamento.

Así indica  el biológico Juan José Durán Nájera, director del Museo de Historia Natural y Coordinador  General del planetario Arcadio Poveda Ricalde.  “Lo recomendable es ir a un espacio con la menor cantidad de contaminación lumínica posible, como la playa”, explica.  “Nos preguntan qué tipo de telescopio se necesita para observarlas y decimos que es mejor dejarlos a un lado porque disminuyen el campo visual”.

Aunque comúnmente se habla de “Lluvia de Estrellas”, Durán Nájera detalla que el término correcto es Lluvia de Meteoros. “El nombre de Perseidas es porque se localizan en la constelación de Perseo, las Gemínidas en la de Géminis y las Cuadrántidas por  Quadrans Muralis .

En el caso de agosto, el  cielo se ilumina con este fenómeno que ocurre con las estelas formadas cuando las partículas de polvo provenientes del cometa  109P/Swift-Tuttle chocan contra la atmósfera terrestre.

“La primera vez que fue visto este cometa fue el 19 de julio de 1882, reapareció en 1992 y su órbita tarda 135 años. Su velocidad orbital es de 60 kilómetros por segundo”, agrega.

“Es un fenómeno que  este año ocurre del 17 de julio al 25 de agosto pero su máximo estimado es el 13 de agosto, entre las  4 y 5 de la mañana”, finaliza el biólogo.