Mérida, Yucatán.- Cardiólogos y especialistas en enfermedades crónico degenerativas advirtieron del cambio en los últimos 15 años de los hábitos de consumo de alimentos y en la actividad física que ha propiciado que México sea el segundo país con mayor índice de obesidad y, por ende, con graves problemas de colesterol, diabetes e hipertensión.

En un encuentro, plantearon que el 44.5 por ciento de los mexicanos mayores de 20 años ha sido diagnosticado con colesterol elevado, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino, del Observatorio Mexicano de Enfermedades No Transmisibles (ENSANUT).

La situación es todavía más precaria para 8.4 millones de personas que han sido diagnosticadas con índices elevados de colesterol, condiciones que incrementa el riesgo de muerte por enfermedades isquémicas del corazón, advirtieron.

Durante la reunión de expertos LEAD (Lipid Early Awareness & Diagnosis) organizado en esta ciudad por Laboratorios Sanofi, los cardiólogos Armando García Castillo y Juan Verdejo París, además del endocrinólogo Valentín Sánchez Pedraza advirtieron que es urgente revertir las tendencias de crecimiento de padecimientos crónicos.

Expusieron como factor de la diabetes y enfermedades isquémicas del corazón a la obesidad, trastorno que coloca a México primer lugar mundial a nivel infantil y segundo en el caso de los adultos después de Estados Unidos.

García Castillo, jefe de la Unidad de cuidados Coronarios del Hospital de Cardiología UMAE del IMSS en Monterrey, indicó sin cortapisas que la presencia de firmas de comida rápida como Mac Donalds, Burger King y Kentucky Fried Chicken, entre otras, ha influido en las modificaciones de los hábitos alimenticios.

México es el segundo país con mayor consumo de refrescos de cola en el mundo, advirtió el experto en síndromes agudos del corazón, quien como ejemplo citó el caso de Monterrey, donde el promedio de consumo de Coca Cola es de 290 litros por habitantes al año.

Para García el problema es muy complejo, no existe una receta con el ABC para prevenir la obesidad, ya que intervienen factores de la familia, educación, hábitos, información, pero sugirió que los médicos familiares o de primera consulta se capaciten para orientar a la población sobre medidas de prevención.

Juan Verdejo París, director médico del Instituto Nacional de Cardiología, urgió revertir dichas tendencias en el consumo de alimentos y en la vida sedentaria de niños y jóvenes, quienes antes salían a jugar a la calle o a los parques pero ahora se encierran en consolas y aparatos con juegos electrónicos.

Resaltó los esfuerzos del programa de prevención del IMSS, sin embargo, aclaró, no es suficiente ya que la influencia es positiva en los derechohabientes y la población abierta requiere información y orientación para reducir los índices de enfermedades crónicas degenerativas, cuyos tratamientos representan un alto costo para el estado y las familias de los pacientes.

Al respecto, José Ángel Córdova Villalobos, ex secretario federal de Salud, estimó que este año el costo directo para atender 14 complicaciones derivadas de cuatro grupos de enfermedades vinculadas con la obesidad: 1) diabetes mellitus tipo II, 2) enfermedades cardiovasculares, 3) cáncer de mama y 4) osteoartritis fluctuará entre 78 mil millones y 101 mil millones de pesos.

Valentín Sánchez Pedraza, presidente Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología, alertó que “no basta con hacer consciencia sobre la importancia de un diagnóstico correcto, es vital tomar acción, plantearse metas ambiciosas y tratar de llevar los niveles de colesterol LDL al mínimo posible”.

La empresa Sanofi organizó el encuentro LEAD con participación de especialistas a nivel nacional, ya que dispone de soluciones para el control de la diabetes, vacunas humanas y fármacos innovadores.

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(Jesús Mejía)