Australia es un vergel en cuanto a diversidad de bichos capaz de matar al ser humano (o provocarle un daño inenarrable), como es el caso de la medusa cofre, de la que ya hablamos hace un tiempo.
Lo que resulta aún más original es el efecto de esta garrapata australiana, la Ixodes holocyclus: vuelve alérgico a la carne a sus víctimas.
Alergia a la carne
Si nos pica esta garrapata apenas notaremos un picor y un enrojecimiento, pues el veneno es inocuo para el ser humano, aunque resulte fatal para algunos mamíferos, como los koalas.
Sin embargo, la investigadora Sheryl van Nunen, del Hospital Royal North Shore de Sidney, halló que ocurría algo más que hasta entonces había pasado desapercibido.
Las víctimas humanas de esa picadura desarrollaban una alergia a la carne porque, al parecer, la saliva de la garrapata puede contener proteínas animales que, mezcladas con su propia toxina, propician que el sistema inmune reaccione contra cualquier proteína de mamífero que no sea propia del ser humano.
Todavía no se conoce en detalle cómo tiene lugar este proceso, ni por qué afecta a unas personas y no a otras, ya que la investigación sigue en curso.
(Xataka Ciencia)