Mérida, Yucatán.- Emprendedores yucatecos realizan trabajos de revaloración del Árbol de Ramón, que es endémico de la región tropical, para proyectarlo y darlo a conocer entre la población como alternativa a la pobreza, el hambre y el cambio climático.

Martha Robles Burela, gerente comercial de Kishur (Sociedad de Producción Rural), planteó lo anterior al resaltar las cualidades y ventajas que tiene dicho árbol – de nombre científico Brosimum alicastrum (ramón u ojoche)- en las áreas de nutrición, medicina y combate a la contaminación.

“El árbol puede tener una existencia de más de cien años y su vida productiva pueden empezar de entre cinco y ocho años”, puntualizó la también investigadora, quien resaltó las propiedades nutritivas de la harina que se obtiene de la semilla de dicha especie, que es superior incluso a verduras y hortalizas.

Mencionó que la harina de Ramón contiene más fibra que el trigo, más calcio que el limón y el frijol, más ácido fólico que las habas y el frijol negro, más riboflavina que las almendras y más hierro que el centeno y el maíz, de ahí que es un alimento con gran potencial para resolver, destacó, los problemas de hambre y de desnutrición.

En entrevista, informó que un grupo de emprendedores e investigadores decidió en febrero pasado unir esfuerzos, estudios y recursos para iniciar en el municipio de Chocholá un proyecto denominado Kishur, en el que el Árbol de Ramón representa un recurso de gran potencial en la alimentación, en el combate a la pobreza y de cualidades ecológicas.

“Es una alternativa de alimentación y desarrollo forestal”, recalcó Robles Burela, quien aprovechó la oportunidad de exponer a principios de marzo al gobernador Rolando Zapata Bello las ventajas y beneficios de promover el cultivo, desarrollo y explotación de dicho árbol, que es capaz, dijo, de capturar parte de las emisiones de dióxido de carbono.

“No se ha aprovechado en su totalidad ese recurso, de ahí que es necesario que la gente lo conozca y aproveche su potencial alimenticio y sus propiedades medicinales”, indicó la investigadora, quien junto con Israel García y Alberto Hernández, entre otros, impulsan el proyecto Kishur ya con una variedad de productos derivados de dicho árbol.

El plan de trabajo para 2016 incluye la siembra de  27 mil árboles ramón en 42 hectáreas de terreno y el sostenimiento de un vivero que permitirá producir un millón de plantas para finales de este año para que, en coordinación con las instancias gubernamentales, se pueda reforestar una parte de la península de Yucatán.

En diciembre pasado, en el Parque Científico y Tecnológico de Mérida, Yucatán se realizó un foro denominado  “El sector forestal en apoyo a la cruzada contra el hambre y el cambio climático”,  en el que a partir de rigurosos estudios científicos se mostraron las bondades del Brosimum alicastrum,  como una nueva alternativa en México para aminorar los problemas alimentarios y de impacto ambiental.

(Jesús Mejía)