tu “domingo” y corrías a gastarlo todo sin guardar un poco? Además de usar el dinero tan rápido como llegaba a tus manos, seguramente comprabas golosinas, juguetes o estampitas para tus álbumes; es decir, cosas que la mayoría de las veces terminaron en la basura en muy poco tiempo.
Te comparto 5 errores financieros que cometimos de niños y que deben desaparecer, si queremos llevar una vida adulta desahogada y con libertad financiera.
1. Pensar en qué terminarte tu dinero antes de recibirlo
No malinterpretemos esta recomendación; sí es bueno hacer un plan de los gastos de la quincena antes de recibirla, ya que así tenemos un mejor panorama de cuánto dinero realmente podremos destinar al entretenimiento o en irnos de fiesta. Lo que no está bien es hacernos ideas de todo lo que queremos comprar, aún antes de saber si nos va a alcanzar o no. Es muy adecuado tener una noción de los gastos por asumir, pero no pensar en cumplir caprichos antes que pagos pendientes; y considerar por lo menos un 20% de ahorro de tus ingresos para utilizarlo en el largo plazo como por ejemplo el retiro.
2. Acabarte todo tu “domingo” en la “tiendita”
Seguramente ya no vas a comprar dulces pero todavía caes en tentaciones para cumplir tus vicios actuales, antes de recordar tus obligaciones. Gastar en alcohol o ropa y calzado innecesario, por ejemplo, es un vicio y un gasto que hace sentir mal al 40% de los mexicanos, según una encuesta realizada por ComparaGuru.com . Antes de recibir la quincena y correr a gastarla en la fiesta, piensa en otras urgencias como pagar la renta y los servicios; enseguida cubre tus gastos de alimentación y cuidado personal. Ya después podrás asignar cierto porcentaje del dinero para recreación; tú establece el límite, pero no te salgas de la cantidad acordada.
3. Terminar gastando el billete que tanto guardabas
¿A qué niño no le encantaba tener un billete guardado? Recuerdo que, cuando era niña, mis papás me daban dinero el domingo y siempre guardaba ese billete de veinte pesos, aunque tuviera que esperar a que ellos me compraran algo después, ¿Estuvo bien o mal? Fue bueno, porque de alguna manera, comencé con mis hábitos de ahorro, aunque a muy corto plazo; también estuvo mal, porque me hice dependiente de que siempre darían dinero si se me terminaba o si escondía el mío. Cuando me independicé, fue difícil entender que si mi dinero se acababa ya no habría quién me ayudara a terminar la quincena.
4. Tener una alcancía con un hoyito abajo
No creo que hoy en día uses una alcancía en casa, pero si cuando eras pequeño tenías una y te la pasabas sacándole el dinero, no fue un buen hábito de ahorro. Para enmendar este error, hoy puedes empezar con un fondo de inversión a largo plazo, es decir, una especie de “ahorro” en el que no puedes sacar tu dinero o si lo haces, te cobrarán una penalización por ello y pensarás dos veces antes de sacar tu dinero. Así lograrás un ahorro de varios años, y no recurrirás a “tu cochinito” cada vez que te salga un imprevisto. Aprendamos que hay dinero que no se toca, porque es para el retiro o para un plan de vida en el futuro.
5. Pedir dinero prestado a tus papás, confiado en que no “debes” pagarles
Aunque nuestros padres nos presten dinero sin esperar el pago, ni mucho menos intereses; sí debemos forjar el hábito de pagar nuestras deudas. De niños, y probablemente aún en la universidad, no teníamos un ingreso fijo, aun así es importante saber cómo pagar deudas, para el día en que empecemos nuestra vida crediticia no vivamos problemas por incumplimiento. Si estás pensando en sacar una tarjeta de crédito , más vale que entiendas que el banco no funciona como tus papás, ya que cobra intereses altos y varias comisiones cada vez que olvides hacerle un pago.
Desafortunadamente de los errores se aprende, y las finanzas no son la excepción. No importa en qué gastabas durante tu infancia, lo más valioso es que hoy conozcas tus errores y los elimines lo más pronto posible ¿o quieres seguir siendo un esclavo financiero el resto de tu madurez?
(Terra.com.mx)