Mérida, Yucatán.- Un grupo interdisciplinario de investigadores provenientes de diversas universidades del país acordó fomentar la producción y consumo a nivel nacional de la chaya, el chepil y el alache, tres de las plantas que forman parte de la herbolaria comestible regional del país.

Lo anterior, dijo la directora del proyecto “Rescate de especies subvaloradas tradicionales de la dieta mexicana y su contribución para el mejoramiento de la nutrición en México”, Amanda Gálvez, para contrarrestar la deficiente alimentación de gran parte de los mexicanos.

Durante el encuentro y talleres de trabajo realizado en el Centro de Investigación Científica de Yucatán, la investigadora de la UNAM, que coordinó la reunión, expuso que dichos insumos deberían ser promovidos fuera de su contexto regional y formar parte de la dieta de toda la población por sus cualidades nutritivas y beneficios en la salud.

La especialista en Biotecnología en Alimentos comentó que diversos sectores de la población “están dejando de consumir tortillas, frijoles y otros alimentos del campo con la idea de que los productos industrializados les da un status social, cuando más bien son precursores de la obesidad y de problemas de salud”.

Por ello, añadió, el grupo interdisciplinario se ha reunido para fomentar las cadenas productivas que permitan dar opciones a los productores agrícolas, aumentar el cultivo y cosecha de variedades de la herbolaria comestible para evitar su extinción y promover su inclusión en la dieta de los mexicanos.

El mencionado proyecto se centró en tres estados de la República y en cada uno se analizó una planta en particular: en los Valles Centrales de Oaxaca, se trabajó con el chepil (Crotalaria longirostrata); en el municipio de Ozumba, Estado de México, con el alache (Anoda cristata) y en Yucatán la chaya (Cnidoscolus aconitifolius).

chayaAl respecto, la M.C. Clarisa Jiménez Bañuelos, Subdirectora del Jardin Botáncio Regional “Roger Orellana” del CICY y participante del proyecto, destacó que el taller desarrollado en el CICY, centrado en la chaya, forma parte de este proyecto multidisciplinario que tiene 17 colaboradores en diferentes instancias universitarias y científicas.

“En el caso particular de Yucatán, la chaya es considerada como una especie emblemática comestible con gran arraigo en la región y forma parte de la cocina yucateca tradicional. El interés se dirige también a documentar el uso de otras hierbas comestibles que se utilizan en la cocina tradicional maya y/o yucateca, ya sean silvestres, cultivadas o domesticadas en las milpas y en los huertos familiares”, comentó.

En cuanto a los análisis de laboratorio, la chaya destaca por sus compuestos funcionales o bioactivos, los contenidos de ácidos grasos, vitaminas y minerales. El estudio determinará el valor nutrimental de esta especie llamada “la espinaca yucateca” y sus posibles impactos positivos en la salud.

Entre los resultados que arroja este proyecto se ha encontrado que el alache, recolectado en los alrededores de Ozumba, Estado de México, contiene flavonas antihiperglucemiantes, mientras que el chepil, abundante en Oaxaca, es alto en hierro, calcio y betacaroteno.

Además, dijo  Jiménez Bañuelos resaltó: “el consumo de estas plantas, dadas sus características nutricionales, tiene un gran potencial para resolver los graves problemas nacionales de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares que enfrentamos”.

En la reunión también participaron  Robert Bye y Edelmira Linares, del Instituto de Biología de la UNAM, así como José Luis Hernandez-Stefanoni, director de la Unidad de Recursos Naturales del CICY e invitados de las comunidades de Mérida, Acanceh, Tecoh, Timucuy, Tixcacaltuyub y de San Pedro Chimay.

(Jesús Mejía)