Mérida, Yucatán.- Autoridades de los tres órdenes de gobierno analizan la posibilidad de reubicar, mediante el ofrecimiento de un programa de vivienda, a cerca de 700 familias que habitan cerca de áreas naturales protegidas o aledañas a manglares o zonas costeras, con el fin de ponerlas a resguardo y proteger el entorno ambiental.

El secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Eduardo Batllori Sampedro, expuso lo anterior y mencionó que ya se revisa la situación de riesgo en que se encuentran muchas familias que pudieran ser afectadas no sólo en su patrimonio sino en su integridad.

En entrevista, mencionó que esta situación es verificable en Celestún, Sisal y Progreso, en particular en zonas cercanas o en las orillas de los humedales y zonas costeras, donde se requiere hacer un censo detallado de la ubicación de la vivienda, el tipo de materiales con que está construido y el riesgo que corren sus ocupantes de ser afectados por inundaciones.

Mencionó que tan sólo en las ciénagas de Progreso, en particular los de Chucxulub y los cercanos al puerto, así como en otras áreas cercanas a los pantanos o manglares viven cerca de unas 300 familias que corren algún tipo de riesgo, de ahí la necesidad de atender, dijo, este problema de asentamientos irregulares.

Comentó que el crecimiento de la población y, por ende, de la mancha urbana, ejerce presión sobre las lagunas costeras y otras fuentes de agua, situación que también se da tanto en Ría Celestún como en Ría Lagartos. Por ello, dijo, las autoridades han tomado cartas en el asunto.

Expresó su optimismo de que el año próximo ya se puedan dar los primeros pasos concretos para la reubicación de familias, con la posibilidad de que puedan acceder a una vivienda digna en condiciones que puedan solventarla a partir de un programa de apoyo de financiamientos mixtos estatales y federales.

Reconoció que este tipo de asentamientos implica severos daños al ambiente, ya que además de arrojar basura, propician el fecalismo al aire libre y afectan zonas de pesca o captura de especies que sirven de sustento para otras familias.

De manera paralela, comentó que ya se trabaja en el saneamiento de los manglares, en el retiro de basura, aunque planteó que este problema es de tipo cultural, en que la población costera y visitante debe cuidar el entorno y evitar arrojar desechos que afecten el medio ambiente.

(Jesús Mejía)

(Foto: Profepa)