Mérida, Yucatán.- El trabajo artesanal de Rosa María Garduza está vinculado con la literatura, poesía e historias. Desde hace varios años, su propuesta con “Caravana Joyería” viste el cuerpo de cientos de personas que son seducidas por la belleza de sus obras.

Los aretes, anillos, pulseras y collares que elabora son entregados con su propia leyenda, listos para crear nuevas memorias con sus nuevos dueños. “El término pieza única siento que es un término muy trivializado, para hacerlo exclusivo. Esta última idea no me gusta nada”, indica.

Rosa María es uno de los artesanos participantes en el evento “Arte a mano”, realizado por la Asociación AANY Amigos de los Artistas Artesanos Nuevos de Yucatán, que permanecerá hasta este domingo 4 de diciembre en la CANACO.

“Si son únicas en el sentido en que se elaboran a mano. Lo que hago es tratar de que sean combinaciones diferentes, porque esto también abre mi creatividad. Siempre jugar para elaborar cosas distintas”, añade.

“Al final el trabajo artesanal termina siendo una pieza única porque le tienes que dedicar tiempo y laboriosidad a cada una de ellas”.

“En cada evento trato de ofrecer piezas nuevas, reinventarme, buscar nuevas formas. En esta ocasión presentó una joyería similar al brocado, más enfocado al textil, que es la técnica que predomina en mi trabajo”.

“Parecen ser cosidas o bordadas, como si fuera el antiguo bordado de encaje con la aplicación de las piedras. Cada parte está sujeta por un alambre más delgado, es un proceso semejante a coser”.

Garduza comparte que antes le compraban mucho más los extranjeros. “Ahora no. Creo que también tiene que ver con el ´boom´ del trabajo artesanal”, explica.

“En México muchos diseñadores han retomado técnicas textiles o de arte popular, el colorido y lo hecho a mano ha tenido mucho auge”.

“’Revalorar’ ya es un término con el que estoy peleada. Pero está bien volver a dar una mirada a lo artesanal, a las técnicas tradicionales. Hay una belleza en el trabajo hecho a mano, siempre va a ser muy diferente a todo lo que es industrial”.

“Existen quienes están en la búsqueda de apoyar el trabajo de un artesano, el desarrollo de la creatividad, una mejora de ingresos”.

El ‘regateo’ al artesano también se está transformando, cuenta Rosa María. “Antes, desafortunadamente, al no tener ese valor agregado al trabajo hecho a mano era mirar al artesano como aquel que puede aceptar dos pesos por lo que hace”.

La artista también ofrece talleres, los cuales disfruta muchísimo porque “me reinventa muchísimo. Observar la forma en que otra persona busca una solución o encuentra su propia forma de desarrollar lo que aprende, me nutre y me da muchísimas ideas”.

Quienes deseen conocer su trabajo, ponerse en contacto con ella y adquirir sus obras, pueden buscarla en Facebook como Caravana Joyería. Este mes, en fecha por definir, abrirá su estudio en el Centro Histórico, en la calle 41 entre 54 y 56.

(María del Mar Boeta)