Chichén Itzá, Yucatán.- Como ocurría con los antiguos itzáes, una multitud fue convocada presenciar el descenso de la serpiente Kukulcán en las escalinatas de El Castillo de la zona arqueológica de Chichén Itzá, hoy llamada una de las Maravillas del Mundo.

Unas ocho mil personas (12 mil según el Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos) presenciaron uno de los fenómenos arqueo astronómicos que mayor asombro causan entre propios y extraños, el fenómeno de luz y sombra, la figura de la serpiente que representa a la máxima deidad de los pueblos antiguos, Kukulcán entre los mayas, Quetzalcóatl entre los aztecas y toltecas.

Masivos contingentes acudieron a su cita anual a la explanada del segundo sitio arqueológico más visitado del país para ser testigos del acto solar en la principal pirámide de la antigua ciudad de los mayas, que marca el equinoccio de la primavera.

Integrantes de la llamada Mancomunidad de Amerikua Indígena Solar, provenientes de unos 15 países, y sacerdotes tradicionales de la cultura maya dieron la bienvenida a Kukulcán con el sonido de chirimías y caracoles y elevaron sus manos para recibir “la energía cósmica” del astro solar.

Danzantes tradicionales, cofradías como “La Mesa del Sagrado Corazón de Jesús”, agrupaciones pro hinduistas que entonaron los cánticos de  “Gayatri Mantra”, turistas extranjeros, visitantes nacionales y residentes se concentraron para admirar la geométrica figura de la serpiente emplumada.

IMG_20170320_171141946Con cielo despejado, a las 16:38 horas las escalinatas de la admirada estructura proyectaron su sombra para dar la forma dentada a la serpiente. En ese instante, decenas de personas vestidas con túnicas blancas alzaron sus brazos, entonaron sus caracoles y algunos incluso, en posición de hinojos, elevaron oraciones.

De igual manera, unas dos mil personas acudieron a las seis horas de la mañana para presenciar cómo los rayos del astro solar atravesaron la ventana de la Casa de las Siete Muñecas de la zona arqueológica de Dzibilchaltún.

Tanto en Chichén Itzá como en Dzibilchaltún, el sol  (Kin, según la nomenclatura maya) apareció a plenitud a cielo despejado, sin nubes o borrascas que en ortos años opacaron su luz.

Las policías Federal y estatal, la Secretaría de la Defensa Nacional, Cruz Roja, Bomberos, Protección Civil, Instituto Nacional de Antropología e Historia  (INAU)  y Secretaría de Salud, entre otros organismos, se coordinaron para brindar protección y atención a los visitantes nacionales y extranjeros.

Este mismo dispositivo se aplicará este martes 21 de marzo, en el que se espera una marea de turistas internacionales.

Según las autoridades, sólo unas 20 personas de los visitantes a la zona de Chichén Itzá requirieron atención por problemas de presión alta, mareos y deshidratación, en tanto que en materia de seguridad se reportó un accidente automovilístico en las inmediaciones, sin víctimas y cero detenciones.

IMG_20170320_161740835_HDR(Jesús Mejía)