Mérida, Yucatán.- Con la excusa de lanzar un reto a los ciudadanos para la siembra de árboles, el delegado de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Jorge Carlos Berlín Montero, se declaró abiertamente aspirante a la Gubernatura de Yucatán.
A las puertas de su domicilio en San Pedro Cholul, en el norte de Mérida, habló las repercusiones de la deforestación, de la pérdida de superficie forestal –de 82 mil hectáreas por año en los tres estados de la Península de Yucatán– y abrió sus cartas para la contienda electoral de 2018.
Aunque trató de justificar que “no son los tiempos electorales” y que esperará los plazos adecuados, manifestó en entrevista que le encantaría y que se ha preparado toda la vida para llegar a ser gobernador de Yucatán.
“He acumulado experiencia a lo largo de muchos cargos, en la administración pública estatal, en el federal, presidente del Congreso local, diputado federal”, presumió.
Se definió con compromisos con el estado y sus habitantes para ser gobernador y poder utilizar la política para cambiarle la vida a los yucatecos para bien.
“Creo que 2018 es el momento, estoy en el momento como ser humano, en la edad necesaria para poder tener todo lo que se necesita para poder tomar las decisiones; tengo las relaciones con todos los sectores de la sociedad, he procurado dar resultados en las dependencias, en los cargos en los que he estado”, dijo.
Berlín Montero mencionó que en septiembre próximo, al abrirse el proceso electoral, “sin duda alguna yo seré uno de los que levanten la mano por el Partido Revolucionario Institucional”.
En cuanto a su convocatoria para que cada ciudadano contribuya con la reforestación, advirtió sobre el incremento de las temperaturas en Mérida (con calor extremo).
Atribuyó ese fenómeno al crecimiento de las manchas urbanas y el aumento de las superficies destinadas a la agricultura y ganadería, como factores que han disparado el cambio climático.
“A pesar de los programas que se tienen para estar reforestando, todavía no se sienten las bondades de una reforestación en el estado y todavía no somos capaces, como sociedad todos, de ir revirtiendo esta situación”, aclaró.
Sin embargo, aceptó que la aparición de nuevas superficies agrícolas y pecuarias en Yucatán no se puede detener, ya que de eso depende la alimentación.
Tampoco se podrá frenar, agregó, la expansión de las manchas urbanas, porque cada vez somos más habitantes en la ciudad y con necesidades de vivienda.
En el frente de su casa, en la vía pública, el funcionario sembró un árbol de naranja agria, e invitó a la sociedad en general y un grupo de conocidos suyos a hacer lo mismo.