Mérida, Yucatán.- Integrantes del colectivo Articulación de Energía Sustentable de Yucatán advirtieron que los mantos freáticos y la ruta de aves migratorias provenientes de Norteamérica están en riesgo con la inminente instalación de parques eólicos en territorio yucateco.

Expertos ambientalistas, agrupados también en el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) mencionaron que serán considerables los impactos por la instalación de estos complejos, ya que  implicarán cambios de uso de suelo, transformación del paisaje y perturbaciones a la flora y fauna.

Con base en un estudio de la Universidad de Cornell, ubicada en Nueva York, Estados Unidos, informaron que Yucatán es ruta de paso de aves migratorias de Norteamérica hacia Centro y Sudamérica, por lo que la instalación de las enormes estructuras de hélice constituyen un factor de afectación a la migración.

Minerva Rosette y Sandra Moguel, ésta última de la UNAM y de la Universidad de Oakland, rechazaron las argumentaciones de las autoridades federales en el sentido de que los parques eólicos no afectarán el tránsito de las aves migratorias, ya que éstas, señalaron, se quedan en las zonas de los humedales y manglares ubicados en las zonas ribereñas.

Explicaron en entrevista que dicho estudio indica que algunas especies continúan a la fecha sus rutas migratorias hacia refugios naturales de Centroamérica, incluso algunas alcanza áreas de Sudamérica.

De igual manera, plantearon que el tipo de suelo cárstico predominante en el estado de Yucatán implica la presencia de mantos acuíferos a una superficie de uno o dos metros de profundidad en la zona costera. En ese sentido, afirmaron que las estructuras de energía eólica requerirán determinada profundidad de cimentación, lo que afectará sin duda los cuerpos de agua.

Dichas investigadoras, junto con Shelanda Baker, de la Universidad de Hawai; de Alfonso Munguía, del Instituto Tecnológico de Mérida y Rodrigo Patiño, del Cinvestav–IPN, dijeron haber conformado la asociación Articulación de Energía Sustentable para alertar de los riesgos que implicará la instalación de los parques eólicos y fotovoltaicos en unas 8 mil 700 hectáreas de territorio estatal.

Dichos complejos serán instalados, de acuerdo con la proyección de la Secretaría de Energía federal, en Dzilam Puerto (dos) , Chacabal (dos), San Ignacio, Tizimín, Sinanché (dos), Progreso y Cansahcab con capacidad para generar en total 857.3 megawatts, en tanto que los foltovoltaicos están planeados para Ticul (dos), Cuncunul, San Ignacio, Kambul, Peto, Valladolid, Sucilá y Telchac, para generar 563 megawatts.

Indicaron que en el Manifiesto de Impacto Ambiental, que aprueba la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), no están especificados los probables impactos, ni se toman en cuenta las condiciones de suelo y las condiciones de la fauna y flora de las áreas que serán intervenidas.

Además, las licitaciones para la instalación de los parques eólicos se realizaron de manera irregular sin consultar y proporcionar información suficiente a las comunidades y grupos indígenas mayas, a los que prácticamente se impusieron los proyectos, por lo que lo que representa prácticamente un despojo de sus tierras, recalcaron.

La representante de la Universidad de Hawái expuso los derechos de las comunidades y grupos indígenas a estar informados de los proyectos gubernamentales, y mencionó que en Yucatán los sectores de la sociedad no recibieron información suficiente para poder opinar y cuestionar sobre los mismos, por lo que han sido inducidos por las autoridades a aceptarlos.

Los defensores del medio ambiente aclararon que no están en contra de la generación de energías limpias, sino del proceso que se ha seguido para lograr la aprobación, lo que conlleva riesgos al medio ambiente.

Adelantaron que analizarán los pasos a seguir para impugnar legalmente los proyectos eólicos.

proyecto solar ticul

(Jesús Mejía)