MÉRIDA, Yuc.- El suicidio es una cuestión de tiempo: cada 40 segundos una persona se quita la vida en algún lugar del mundo, lo que significa que, al terminar de leer el tercer párrafo de este texto, sumaremos uno más…
Esa víctima puede estar cerca de usted, es decir, en Yucatán, pero la frecuencia no es la misma: aquí no será sino hasta pasadas 48 horas que otro habitante del estado se sume a las 800 mil personas que, al año, salen por la llamada “puerta falsa”.
Si el suicida fue un hombre, habrá cuatro casos más antes de “aparezca” una mujer… eso es que lo que revelan, aunque con otros datos, las estadísticas actualizadas que la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) difundirá en el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebra el 10 de septiembre.
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Si bien en Yucatán, el suicidio también es una cuestión de tiempo, puede decirse que se mide con un reloj que marca las horas al revés, que va para atrás ¿por qué?
“Lo verdaderamente preocupante es que las edades se va acortando… tengo pacientes de 12, 10, 9 años”, advierte el psicólogo Luis Felipe Vales, director de “Salvemos una vida”, asociación civil que combate este problema social
Recuerda vívidamente que hace algunos años, en Mérida, una niña de ocho años de edad terminó con su vida… y otro de una jovencita que se mató porque su padre perdió su fortuna, y ella no soportó dejar los lujos: viajar en automóvil último modelo, comer en los mejores restaurantes y cambiar la escuela de paga en el norte de Mérida, la zona de más alta plusvalía, por una institución pública.
El director de “Salvemos una vida”, Luis Felipe Vales, dice que tiene la solución para prevenir el suicidio.
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“Me tiene pasmado que, a esa edad, cuando no tienen bien claro el concepto del bien o el mal, o apenas lo adquirieron, piensen que el suicidio es una solución, pero no la es y en realidad ¡genera un problemón!
El psicólogo advierte, además, que el suicidio no se acaba con la muerte de la víctima, sino que se queda, deja una cicatriz imborrable, un estigma: ‘la hija de la suicida… la nieta del suicida…”, espeta, sin cortapisas.
Así, de nueva cuenta, sobresale que el suicidio es una cuestión de tiempo: “Es eterno”, dice José Luis Vales.
A pesar de estos dichos, de quien preside la asociación que, por 22 años, fue la única que tuvo una línea telefónica de atención a las personas con tendencias suicidas, el Gobierno está dispuesto a presumir sus cifras…
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“Nunca se había dado una diferencia tan grande”, se admira Manuel Ruiz Mendoza, subdirector de Salud Mental de la SSY, cuando da como primicia las cifras al corte del 31 de agosto de 2017, comparadas con 2016:
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Hace un año, 173 personas se habían quitado la vida; en 2017 suman 132, es decir, 41 casos menos, lo que el psiquiatra atribuye a los programas de prevención que la Secretaría inició bajo el nombre de “Vive feliz, vive sanamente.
Hace una pausa para aclarar que sí hay un aumento, pero sólo en el caso de las mujeres, y se trata de uno: en 2016, hubo 27 que tomaron la fatal decisión; este año, la cifra es de 28.
“Una de las características de las mujeres, en el 100 por ciento de los casos, es que avisaron que se iban a matar, es decir, ya lo habían intentado antes.. es un grito pidiendo ayuda”, asegura Ruiz Mendoza.
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Lo que no coincide con “Salvemos una vida” son las cifras en las llamadas a la línea de ayuda: la asociación civil registra, en promedio, 22 llamadas por día, pero sólo dos por semana caen en la categoría de urgencia.
En el caso del número de emergencias del Gobierno, a cargo de Miguel Ángel Viveros, de 10 que recibe al día, dos son consideradas código rojo, es decir, una persona que requiere atención inmediata.
Entonces ¿qué están haciendo para frenar la ola de suicidios de los últimos años en Yucatán?
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En el caso de Salud, además del programa “Vive feliz, vive sanamente”, trabajan directamente con escuelas en todos los niveles, incluidas las universidades, donde han instalado comités de ayuda. Además, han recurrido a las iglesias para que los ministros de culto orienten a las personas con pensamientos suicidas a que busquen ayuda médica.
En ese sentido, Ruiz Mendoza dijo que son varias las asociaciones que los apoyan, y que incluso la Iglesia Católica los invitó a que acudan a un encuentro en Campeche para que les expliquen a los sacerdotes cómo ayudar a prevenir el suicidio.
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Para “Salvemos una vida”, de nueva cuenta, el tiempo es la clave: José Luis Vales explica que la importante es “agarrar” a los niños antes de que entren a la adolescencia, una etapa crítica en donde se pueden formar buenos hábitos.
Dice que en esa edad se encuentra lo que él considera el origen del suicidio: sexualidad mal llevada y elección equivocada de pareja.
Basado en su hipótesis de que el suicidio tiene su origen en esas edades, porque se toman malas decisiones, Luis Felipe finca su propuesta de ayuda en un documental de 1974 -de nuevo, el reloj “se regresa”-, de dibujos animados, que habla de las relaciones de pareja: “Si me quieres demuéstramelo”.
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Dice -aunque no con esas palabras- que si un suicida pudiera regresar a la vida y le permitiera ver dónde estuvo el origen del problema, seguramente se daría cuenta de que eligió mal a su pareja… vino la infidelidad, el engaño y… la muerte.
El argumento del psicólogo es que en muchos casos de muertes autoinfligidas, cuando se hace la investigación, se llega a que el problema fue de “amor” de pareja. Por eso, el documental, a pesar de tener 40 años, está vigente, y se aplica perfectamente a la prevención del suicidio.
El director de “Salvemos una vida” creó el programa “Proyecto M” para aplicarlo en más de 120 escuelas primarias, en niveles de quinto y sexto grados, para formar brigadas preventivas; empezó en Timucuy, como prueba piloto, en una escuela en la que participan estudiantes, profesores y padres de familia, a quien se les coordina para que organicen actividades extraescolares -culturales, recreativas y deportivas- que formen buenos hábitos en sus hijos.
Así, en el Día Internacional de la Prevención del Suicidio, que se celebra este domingo 10, en Yucatán, donde en todo el año pasado hubo 220 suicidios, el Gobierno y la asociación civil parecen estar unidas para dar un golpe de timón en las turbulentas aguas de un problema que parece no tener carta póstuma.
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Pero no es tarea nada fácil en un estado en donde incluso los actores cómicos, esos que se dedican a hacer reír a los demás, se han suicidan, uno de ellos este 2017, año que quedará marcado por esa tragedia de un personaje conocido, como ocurrió en 2005 y 2015
Ahora, mientras se dan las cifras “positivas”, y el reloj del suicidio “camina al revés en Yucatán”, terminemos de contar a los suicidas que, mientras leías esto, se sumaron a la enorme lista anual de víctimas…
9 en total…
