Por Bernardo Caamal Itzá

Yaxcabá, Yucatán.- “Cuando trabajas con lo que sabes y se los enseñas a tus hijos o la gente de tu comunidad, es una forma de defender el territorio, porque al quedarnos a vivir aunque no es es fácil, debido a las lluvias erráticas, no siempre hay cosechas, en donde queda claro que por más que trabajes nuestros productos no tienen buen precio y nos descapitaliza, pero a pesar de eso, aprendemos a vivir con lo que hay, y es lo que enseñamos a nuestros hijos para que conozcan, amen y respeten a la tierra.

-Estoy muy contento que vengan ustedes a ver cómo vivimos y cómo soñamos, los jóvenes tienen que conocer lo que tienen y nosotros tenemos que enseñarles, gracias por venir por estos lugares, dijeron artesanos talladores de madera de las comunidades mayas de Kankabdonot y Chimay a los estudiantes del Quinto semestre de agroindustrias de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh).

Quienes no queremos vivir en la ciudad y estar lejos de nuestras familias, tenemos que buscar la forma de vivir, y gracias a nuestros montes y la tierra, al trabajarlos ya sea en la milpa o el tallar la madera del Chacah (palo mulato) y con esto que hacemos es una forma de auto emplearnos, coincidieron artesanos de las comunidades mayas de Popolá, Yaxuná, Kabkabdonot, Yokdzonothu, Chimay (Yaxcabá).

Quienes vayan a Chichén Itzá no saben que somos quienes labran gran parte de las artesanías que venden en estos lugares, señalaron.
Aunque el problema del productor es el mercado: “nuestros productos nos lo adquieren muy barato, pero vayan a Chichén Itzá o en Playa del Carmen (Quintana Roo) y vean los altos precios que tienen ahí”, expusieron a los alumnos de la UACh.

Por su parte, los de la comunidad de Yaxuná refirieron: “hasta la fecha hay más de 300 jóvenes que han salido a trabajar; ellos salen de aquí y como no hay trabajo, su mejor opción es salir en busca de nuevas opciones, de tal forma, muchos de ellos al termino de sus estudios van en busca de un mejor futuro en la Riviera Maya o en la ciudad de Mérida”

Al concluir la jornada de estos días quedó claro que, como explicaron los apicultores de Peto y Tahdziú, mientras se conserven los montes, hay esperanza para sus abejas.

De la misma manera, los artesanos talladores de madera de Yaxcabá, el k’aax tal como se conoce la selva maya, representa aún la esperanza de quienes viven en ella.